Las personas que atentan contra la propiedad intelectual son, habitualmente, vendedores ambulantes y ciudadanos originarios de países orientales, según apunta el inspector Polo. Sin embargo, el producto que ofertan, la mayoría de las veces, sí se genera en territorio nacional, sobre todo en Madrid y alrededores.
Normalmente, esta mercancía, las remesas de CD's o DVD's que están almacenadas en algún punto de manera ilegal, se distribuye en pequeñas partidas, habitualmente a través de mochilas o bolsas pequeñas. Se venden de manera ambulante, o bien se ofrecen en la vía pública o en establecimientos como bares o pubs. En la mayor parte de las ocasiones la música o las películas de cine se han grabado en lo que se denominan 'tostadoras'. Son unos dispositivos que permiten grabar varios cedés al mismo tiempo, con lo que se consiguen miles de copias en unas pocas horas de trabajo.
Ropa falsificada
En cuanto a los ciudadanos que cometen un delito falsificando prendas de vestir, Polo explica que suelen vender sus artículos, sobre todo, en puestos ambulantes, aprovechando los canales de distribución de los mercadillos y, en muchas ocasiones, acompañados de otras prendas que sí son legales y que ofrecen una cobertura legítima a una actividad ilícita.
Las prendas de vestir, los zapatos o complementos, proceden, en la mayoría de las ocasiones, de lugares de fuera de España. Pero, en este campo concreto, predomina un punto de origen bastante cercano . «Muchas veces se ha podido determinar que el canal de distribución y la falsificación provienen, sobre todo, de Portugal», apunta el inspector Polo.
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