Las necesidades familiares de 'rebuscar' productos más baratos para afrontar la crisis y las típicas ventas navideñas han puesto en auge el comercio ambulante, cuya representación más conocida son los mercadillos itinerantes. El sector cuenta con 60.000 trabajadores, 3.800 mercadillos y una facturación anual superior a los 2.000 millones de euros. Del total de trabajadores, 26.000 desarrollan su actividad por cuenta propia y están afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Los Reyes Magos de 2010 les traerán un importante regalo: la reducción en un 55% de sus cotizaciones sociales, una reivindicación arrastrada desde hace muchos años.
Las regiones con mayor predominio de ese tipo de comercio son Andalucía, la Comunidad Valenciana y Cataluña, si bien en todas las provincias se reservan periódicamente recintos para la venta. La mejora figura en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. La norma prevé que los autónomos del sector que no cuenten con puestos en más de tres mercadillos a la semana puedan acogerse a una base reducida del 55% con respecto a la base mínima, situada en 800 euros, de cotización a la Seguridad Social.
Pero los beneficios de 2010 no pararán ahí, según informó Sebastián Reyna, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). La nueva Ley de Comercio Interior, en tramitación en el Senado, desarrollará un reglamento que reformará las condiciones temporales y de traspaso de las autorizaciones. A su juicio, los cambios que se avecinan «regularizarán bien el sector y aflorarán en economía sumergida».
Condiciones precarias
Aunque el proyecto de la Ley de Comercio, de acuerdo con la directiva de servicios europea, impide que las concesiones sean indefinidas, puesto que se trata de suelo público, la norma española establecerá que los periodos de las autorizaciones puedan llegar a ser equivalentes al tiempo que se necesite para la amortización de las inversiones realizadas. Es decir, se tendrán en cuenta los gastos que los autónomos han llevado a cabo en estructuras metálicas, furgonetas, puestos, mostradores, etc... para paliar sus precarias condiciones laborales y hacer más atractivos y cómodos sus negocios.
Reyna recordó que «la iniciativa supera los tramos anuales que en la actualidad existen». «Las concesiones normalmente se limitan a un año renovable», añadió. En su opinión, una cuestión muy importante es que se regula el traspaso o venta de la concesión.
Por otro lado, el proyecto deja, dentro de los mínimos establecidos, toda la competencia reguladora a las autoridades locales. No obstante, los ayuntamientos se comprometerán a respetar las normas autonómicas que, a su vez, deberán adaptarse a la nueva ley estatal. «Las tres administraciones se han puesto como reto para el año que viene luchar por la dignificación del comercio ambulante, esforzándose en su modernización. Se trata de conseguir un sector próspero», concluyó el secretario general de UPTA.
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