El aumento salarial será menor al de 2009 pero estará en línea con la inflación, pese al mayor desempleo. Minería, servicios públicos y bancos, los mejor posicionados. Construcción, con la chance de recuperar el terreno perdido. La perspectiva para ejecutivos. Bonus y horas extra.
Desde que comenzó la crisis, en el cuarto trimestre de 2008 se perdieron más de 200.000 puestos de trabajo en el sector formal de la economía aunque el nivel salarial aumentó en términos interanuales el 22%. De esta manera, aunque no en todos los sectores en la misma proporción, los salarios salen este año empatados con la inflación o levemente por encima.
Para 2010, en cambio, la perspectiva es menos alentadora aunque se mantiene la expectativa de neutralizar la pérdida de poder adquisitivo. En promedio, tanto para la generalidad de los sueldos como para los salarios jerárquicos (ver recuadro), el margen de incrementos oscilará entre 10% y 15%, según la fuerza del sindicato negociador, amén del contexto económico imperante. En este marco, sin embargo, no a todos les irá igual. En conjunto, la foto no sería muy distinta de la actual: es decir, los sectores ganadores seguirán siendo los mismos. Los menos favorecidos, también.
Coyuntura
La pérdida de puestos de trabajo equivale a un recorte del 3% del empleo formal. Si se extendiera esta dinámica a los sectores informales de la economía, y aún considerando que en épocas de recesión el ajuste laboral en sectores no formales es habitualmente mucho más profundo que en el sector formal, se llegaría a la conclusión que la crisis arrasó con no menos de 340.000 puestos de trabajo.
Además, como la población económicamente activa siguió en crecimiento (por el crecimiento natural de la población), la población desempleada habría registrado un aumento de unas 400.000 personas llevando de este modo al nivel de desempleo a ubicarse por encima del 10%, aunque en las cuentas del INDEC sea del 8,8%.
En general, el marcado retroceso laboral se concentró entre fines de 2008 y mediados de 2009. Desde el tercer trimestre de este año habría comenzado una tendencia de moderación de ese deterioro, aunque la misma no llega a ser lo suficientemente robusta como para permitir que comience una reversión de la destrucción ya acontecida, ni para evitar que siga aumentando el desempleo, dado que el número de población que se incorpora al mercado laboral supera, por ahora, al incipiente aumento del empleo ofrecido.
Salarios y sectores
El 75% de la destrucción de puestos de trabajos en el sector formal de la economía se concentró en cuatro sectores: industria, construcción, comercio y actividades inmobiliarias y empresariales. Estos sectores, han sido los de mayor recorte de las nóminas salariales.
Por el lado del salario, a diferencia de otros episodios recesivos con desempleo, no se han registrado mermas significativas manteniéndose tasas de variación salarial altas, en línea con la inflación.
De hecho, en la primera mitad de 2009 las subas salariales acordadas previamente y la recesión que se desató e inhibió mayores aumentos de precios, brindaron un marco propicio para que se registre un menor deterioro del poder de compra del salario, destacándose el hecho de varios sectores en los que se exhibieron mejoras en términos reales.
Una característica sobresaliente de la reciente crisis es que no impactó de lleno en un ajuste de salarios como sí ocurrió en la cantidad de empleos. Así, el salario promedio de la economía está exhibiendo un aumento del orden del 22% interanual (por encima del 15% de inflación con la que se estima terminará 2009).
Las empresas buscaron equilibrar sus resultados reduciendo personal y horas extra y así el impacto en el bolsillo fue menos significativo que en otras crisis pero con un aumento del nivel de desocupación que las estadísticas oficiales no reconocen en su total magnitud. De todos modos, la crisis deja ganadores y perdedores en la comparación salarial, en la cual algunos sectores resultaron menos afectados que otros.
Sectores como la minería, servicios públicos, bancos y la industria petroquímica siguen siendo aquellos en los que, en promedio, se percibe una mayor remuneración neta, y son, además, los que obtuvieron auaumentos más significativos en la crisis. Es de prever que esta prerrogativa se mantenga en 2010, aunque tal vez más moderada, dado el marco de reactivación.
En relación con el promedio de la economía, estos sectores perciben salarios que, en el caso de la minería, casi triplican el salario promedio formal. Sin llegar a esos extremos, salarios del sector de electricidad, gas y agua o de la intermediación financiera son casi el doble de los que promedian en la economía formal.
Por el contrario, sectores como el agropecuario, hoteles y restaurantes, educación y salud, textil y construcción perciben niveles salariales que en el mejor de los casos equivalen al 70% del salario promedio formal.
Claramente de aquí se desprende que la construcción ha sido unos de los sectores más severamente afectados por la crisis dado que, además de un ajuste del empleo muy significativo, el nivel salarial que alcanza sigue siendo de los más bajos del conjunto de actividades económicas.
En este sentido, es el rubro que mayores chances tiene de recomponer el próximo año, dado que se siente en el sector el viento de recuperación, lo que implicará más ocupación y también mayor recomposición salarial.
(Fuente: Fortuna Web)
Desde que comenzó la crisis, en el cuarto trimestre de 2008 se perdieron más de 200.000 puestos de trabajo en el sector formal de la economía aunque el nivel salarial aumentó en términos interanuales el 22%. De esta manera, aunque no en todos los sectores en la misma proporción, los salarios salen este año empatados con la inflación o levemente por encima.
Para 2010, en cambio, la perspectiva es menos alentadora aunque se mantiene la expectativa de neutralizar la pérdida de poder adquisitivo. En promedio, tanto para la generalidad de los sueldos como para los salarios jerárquicos (ver recuadro), el margen de incrementos oscilará entre 10% y 15%, según la fuerza del sindicato negociador, amén del contexto económico imperante. En este marco, sin embargo, no a todos les irá igual. En conjunto, la foto no sería muy distinta de la actual: es decir, los sectores ganadores seguirán siendo los mismos. Los menos favorecidos, también.
Coyuntura
La pérdida de puestos de trabajo equivale a un recorte del 3% del empleo formal. Si se extendiera esta dinámica a los sectores informales de la economía, y aún considerando que en épocas de recesión el ajuste laboral en sectores no formales es habitualmente mucho más profundo que en el sector formal, se llegaría a la conclusión que la crisis arrasó con no menos de 340.000 puestos de trabajo.
Además, como la población económicamente activa siguió en crecimiento (por el crecimiento natural de la población), la población desempleada habría registrado un aumento de unas 400.000 personas llevando de este modo al nivel de desempleo a ubicarse por encima del 10%, aunque en las cuentas del INDEC sea del 8,8%.
En general, el marcado retroceso laboral se concentró entre fines de 2008 y mediados de 2009. Desde el tercer trimestre de este año habría comenzado una tendencia de moderación de ese deterioro, aunque la misma no llega a ser lo suficientemente robusta como para permitir que comience una reversión de la destrucción ya acontecida, ni para evitar que siga aumentando el desempleo, dado que el número de población que se incorpora al mercado laboral supera, por ahora, al incipiente aumento del empleo ofrecido.
Salarios y sectores
El 75% de la destrucción de puestos de trabajos en el sector formal de la economía se concentró en cuatro sectores: industria, construcción, comercio y actividades inmobiliarias y empresariales. Estos sectores, han sido los de mayor recorte de las nóminas salariales.
Por el lado del salario, a diferencia de otros episodios recesivos con desempleo, no se han registrado mermas significativas manteniéndose tasas de variación salarial altas, en línea con la inflación.
De hecho, en la primera mitad de 2009 las subas salariales acordadas previamente y la recesión que se desató e inhibió mayores aumentos de precios, brindaron un marco propicio para que se registre un menor deterioro del poder de compra del salario, destacándose el hecho de varios sectores en los que se exhibieron mejoras en términos reales.
Una característica sobresaliente de la reciente crisis es que no impactó de lleno en un ajuste de salarios como sí ocurrió en la cantidad de empleos. Así, el salario promedio de la economía está exhibiendo un aumento del orden del 22% interanual (por encima del 15% de inflación con la que se estima terminará 2009).
Las empresas buscaron equilibrar sus resultados reduciendo personal y horas extra y así el impacto en el bolsillo fue menos significativo que en otras crisis pero con un aumento del nivel de desocupación que las estadísticas oficiales no reconocen en su total magnitud. De todos modos, la crisis deja ganadores y perdedores en la comparación salarial, en la cual algunos sectores resultaron menos afectados que otros.
Sectores como la minería, servicios públicos, bancos y la industria petroquímica siguen siendo aquellos en los que, en promedio, se percibe una mayor remuneración neta, y son, además, los que obtuvieron auaumentos más significativos en la crisis. Es de prever que esta prerrogativa se mantenga en 2010, aunque tal vez más moderada, dado el marco de reactivación.
En relación con el promedio de la economía, estos sectores perciben salarios que, en el caso de la minería, casi triplican el salario promedio formal. Sin llegar a esos extremos, salarios del sector de electricidad, gas y agua o de la intermediación financiera son casi el doble de los que promedian en la economía formal.
Por el contrario, sectores como el agropecuario, hoteles y restaurantes, educación y salud, textil y construcción perciben niveles salariales que en el mejor de los casos equivalen al 70% del salario promedio formal.
Claramente de aquí se desprende que la construcción ha sido unos de los sectores más severamente afectados por la crisis dado que, además de un ajuste del empleo muy significativo, el nivel salarial que alcanza sigue siendo de los más bajos del conjunto de actividades económicas.
En este sentido, es el rubro que mayores chances tiene de recomponer el próximo año, dado que se siente en el sector el viento de recuperación, lo que implicará más ocupación y también mayor recomposición salarial.
(Fuente: Fortuna Web)
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