Inflación. Para el analista económico, ex director de la Fundación Mediterránea, la suba de precios es un problema central.
Para Nadín Argañaraz, uno de los problemas principales de la economía argentina y quizá el más importante porque de allí surgen una serie de implicancias sociales, es la inflación real, no reconocida por el Gobierno nacional.
Pero también hay un escenario de expectativas negativas a partir del deterioro de las cuentas fiscales. Un diálogo exclusivo con EL LIBERAL.
¿Cuáles son desde su punto de vista los problemas principales de la economía argentina?
La inflación, tener una tasa de inflación que ronda el 13 ó 15% en una economía en recesión con caída de actividad, es un problema serio que merece ser atacado con todos los instrumentos de política económica que el Gobierno tiene. Esto implica que obviamente desde el inicio, uno no puede negar que hay cierta inflación con toda esta cuestión del Indec porque no se le puede esconder la inflación al ciudadano porque cuando va a comprar bienes, ahí puede testear que la inflación es más o menos de tanto. Para mí, ése es un problema que hay que atacar y en la medida que el Gobierno lo minimice puede ir socavando cuestiones relevantes para la sociedad como la pobreza o generando más niveles de pobreza, porque aquella persona que trabaja informalmente o no tiene trabajo, su salario no evoluciona al ritmo de la inflación sino menos.
¿En qué punto estamos respecto de la pobreza?
En la medida que la inflación vaya deteriorando el poder adquisitivo, a muchos segmentos les va generando condiciones que implica que no puedan solventar la canasta básica de consumo porque la canasta básica crece más de lo que crecen los ingresos.
¿Cómo está el tema del empleo?
La economía argentina en el último trimestre y si se toman las estadísticas del Indec, se puede apreciar que a nivel de trabajo formal e informal, la economía argentina generó 0 (cero) empleo. Es decir, creció cero el empleo, no creció, es como que la economía argentina ha perdido la capacidad de generar empleo a nivel global, lo cual está relacionado con lo que está sucediendo con la actividad económica, con las expectativas económicas que se tienen. Si a eso se le agregan los datos de esta semana del empleo formal, que marca una caída, hay un problema, porque hay una baja de empleo formal y a la vez un aumento del empleo informal lo cual es un deterioro social que habría que atacar. Concretamente nos lleva a otro problema clave que es el desempleo, con lo cual vamos a seguir con una tasa de desempleo que puede estar en el orden del 12% que va a ser difícil de bajar más adelante. Es una tasa elevada respecto de la que teníamos y una tasa que exige mucho esfuerzo para bajarla.
¿Por qué no mejoran las expectativas económicas?
A nivel país la expectativa económica es de mucha incertidumbre. La inversión sigue cayendo, eso está marcando que la expectativa hacia adelante para quien tiene que tomar una decisión de inversión no está clara. Por consiguiente, tampoco hay generación de empleo.
Medidas del Gobierno como la ley de Medios, la estatización de AFJP ¿cómo influye?
Negativamente porque son acciones que implican cambios de regla de juego, reglas que estaban instauradas y que quizá a mi criterio merecerían una discusión más profunda, mayor tiempo, mayor consenso para poder implementarlas. Lo que uno ha visto con estas reformas es que han sido sumamente aceleradas, la de las Afjp, la ley de Medios que merecerían una discusión más profunda y lo que se necesite discutir. Estas cosas no influyen positivamente en las decisiones y esto que quiere decir que si uno esta en un sector de la economía, puede pensar que mañana le pueden cambiar las reglas de juego.
¿Con qué economía se encontrará la gente en lo que resta del año?
Con una economía que va a seguir teniendo los niveles de inflación que tiene. El año que viene a raíz de una buena cosecha que se espera vamos a tener un espacio positivo. Podemos volver a crecer quizá hasta 4% del PBI pero con fuentes acotadas para reducir la pobreza, generar empleo porque llevan su tiempo. Por más que la economía repunte, no vamos a ver un repunte muy rápido y fuerte en las condiciones sociales.
Casos como el de Kraft o las movilizaciones que se ven en Capital Federal, ¿pueden generar mas tensión?
Al haber una inflación relativamente elevada, pensemos que para 2010 las demanda salariales van a seguir existiendo y estando en esa línea, se van a encontrar con gobiernos provinciales que no van a tener margen para que los salarios suban al ritmo de la inflación, ahí se empiezan a generar tensiones sociales. Por eso el primer problema es la inflación. Entonces, va a haber tensiones en el sector público, en ciertos sectores privados que aún no han sentido fuerte el golpe pero cuando lo sientan, no van a poder brindar un aumento salarial en línea con la inflación porque la productividad y su situación no se lo va a permitir.
ENTREVISTA - Nadín Argañaraz, economista, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf)
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