Con una movilización hacia la Plaza San Martín, encabezada por 50 representantes de centrales sindicales de toda América, se coronó ayer en la ciudad de Buenos Aires el acto principal de la Jornada Mundial por Trabajo Decente. Unos 5.000 militantes de la Central de Trabajadores de la Argentina y de la CGT participaron de la jornada que tuvo como oradores a Anabel Gómez, referente de la CUT Honduras y Rafael Freire, secretario de Política Económica de la CSA.
La bandera con el lema “Jornada Mundial de Acción por Trabajo Decente” y con otras más pequeñas, de color naranja, con consignas como “asignación universal para la niñez”, “salarios dignos”, “justa distribución de la riqueza” y “trabajo decente para una vida decente” militantes de la CTA y la CGT de Argentina marcharon desde las avenidas 9 de Julio y Santa Fe hasta la Plaza San Martín, en el barrio porteño de Retiro, para celebrar el acto principal del acto internacional para exigirle a los gobiernos que promuevan acciones por trabajo digno y contra la precariedad y flexibilidad laboral.
Al frente de la marcha se destacaba la presencia de 50 dirigentes de centrales sindicales de Canadá, Estados Unidos, México, Panamá, Costa Rica, Honduras, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Paraguay, Brasil, Venezuela, Guyana y Uruguay. Una nutrida columna de la CTA Buenos Aires y Capital Federal se dio cita en el acto, donde se destacaba la presencia de los dirigentes Hugo Yasky, Pedro Wasiejko, Adolfo Aguirre, Daniel Jorajuria, Gustavo Rollandi, Alejandra Angriman, Victorio Paulón, José Zas, Carlos Chile, Hugo Godoy, Roberto Baradel, Julio Ortellado y Carlos Custer, entre otros.
A escasos metros del Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación, se realizó este acto, que también buscó alertar a la XVI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, que sesiona en la ciudad de Buenos Aires desde el lunes, y de la cual participa el movimiento sindical, sobre las violaciones a los derechos fundamentales de los hombres, poniendo como eje central el Golpe de Estado en Honduras y las violaciones sistemáticas a los derechos de los trabajadores.
A 102 días, en Honduras nadie se rinde
Visiblemente emocionada, Anabel Gómez, representante de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras abrió la jornada. “No tengo palabras que realmente puedan explicar los sentimientos que tengo ahora”, dijo la dirigente al borde de las lágrimas. “Gracias por la solidaridad material, militante, permanente”.
“A pesar de la represión –continuó Gómez– no han detenido a un pueblo que resiste y que hoy cumple 102 días de resistencia porque lo que logramos y defendemos es la justicia y la democracia; luchamos por la verdad día a día porque lo que conseguimos no lo vamos a ceder tan fácilmente”.
Para la dirigente hondureña “los trabajadores y el pueblo sabemos que este es el momento de la verdad y que hay que salir a la calle por la democracia” porque hay que “denunciar que hay un gobierno de facto que quiere robarnos a 7 millones y medio de habitantes”.
“No claudicaremos en nuestros sueños”, subrayó Gómez, al tiempo que remarcó que “la restitución del presidente constitucional de la República, Manuel Zelaya, es uno de los pasos por los que estamos luchando, pero vamos más allá de eso, luchamos por una nueva Constitución, por la instauración de una Asamblea Nacional Constituyente que responda a las necesidades del pueblo y que en la Constitución actual no están contempladas. Queremos refundar el país”.
El cierre de la alocución fue con la contundencia de quienes luchan por sus ideales: “A 102 días de lucha aquí nadie se rinde”, remató. Mientras un grito sostenido clamó: “Se va a acabar, se va a acabar la dictadura militar”.
“Un día histórico”
Luego del documento conjunto sobre trabajo decente que elaboraron la CTA y la CGT, cerró el acto Rafael Freire. Para el secretario de Política Económica y Desarrollo Sustentable de la CSA “este movimiento sindical en Argentina es histórico para todas las Américas, esta jornada que se está transmitiendo en vivo por radio web para todo el mundo, que nos está escuchando, que está mostrando a la Argentina en el centro de las Américas”.
El histórico dirigente de la CUT Brasil sostuvo que en el marco de la XVI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo “establecimos una disputa por el trabajo decente”, aseguró que los trabajadores “no vamos a pagar los costos de la crisis internacional”, exigió de los gobiernos “inversión para generar empleo productivo y no para las grandes corporaciones” porque si no “no hay condiciones desarrollo sostenido del trabajo decente y lo que abunda es el trabajo precario, informal”.
En ese sentido convocó a “presionar a favor de nuestros pueblos y contra los nuevos aprestos de dictaduras militares que quienes vivimos en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay conocemos tan bien”, por eso en “Honduras estamos con los trabajadores y por la vuelta de Zelaya como lo expresamos a través del fondo solidario de la CSA y la CSI “.
Freire realizó una denuncia gravísima contra la dictadura que encabeza en ese país centroamericano Roberto Micheletti. “Ayer recibimos una denuncia contra las fuerzas de represión que están usando la tortura sexual, el estupro contra las mujeres que resisten. No podemos tolerar estos actos de golpistas y asesinos que deben ser denunciados y penados”.
“No hay valor jurídico mayor que la vida humana”
Adolfo Aguirre, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, rescató el “proceso de construcción mundial de esta jornada, donde se pudo llegar a un piso de consenso para abordar cuestiones de trabajo, y esto es la consigna de trabajo decente, que nos unifica a países desarrollados y otros en vías de desarrollo”.
Para el también secretario general de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono (CCSCS), “con la norma de trabajo decente, los países y los gobiernos tienen que cumplir ciertas metas y eso, en lugares como Centroamérica, es casi tocar el cielo con las manos. Y en el caso de la Argentina, a 27 años de la recuperación de la democracia, la cosa es promover los derechos y eso es lo que permite pelear por la asignación universal para la niñez o la distribución de la riqueza”.
El dirigente ceteatista festejó “la presencia de más de 40 dirigentes de toda América; encontrarnos para decir que el 7 de octubre en todas las capitales del mundo se hace una actividad cada año, eso queda, se va a haciendo fuerte y queda. La solidaridad en este tiempo es una solidaridad contundente porque no vamos a retroceder un paso en todo lo que hemos recuperado”.
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