La crisis de 2008, la más profunda desde 1929, pone de manifiesto que el sistema neoliberal, que encomienda el desarrollo nacional al empresarialismo, no ha podido realizar el potencial de los recursos de que el mundo dispone para generar ocupación productiva. La capacidad de generar empleo por parte del sector privado es insuficiente. No puede esperarse, empero, que el Estado cree los empleos requeridos.
En México el 97% de la ocupación la emplean las micro, pequeñas y medianas empresas.
El futuro económico y social de México está ligado al desarrollo de las actividades distintas a "sociedades anónimas" muchas de las cuales caen bajo el rubro de la "economía informal" que a su vez representa el 50% de la ocupación nacional.
El empresariado y el Gobierno, especialmente las autoridades hacendarias, desestiman el papel positivo que juega la "economía informal" en nuestro país. Los argumentos en su contra aluden a que no contribuyen cabalmente al fisco, dejan en el desamparo social a sus empleados, y peor aún, es en ella donde anida la piratería y el contrabando si no es que ilícitos mayores y criminalidad.
El que la economía "informal" sea presentada como problema a vencer desconoce que, gracias a ella, no hay mayor inestabilidad sociopolítica que la existente y que absorbe el desempleo que crece por la presión de una demografía en expansión.
La evolución de la economía subterránea y de las empresas micro, pequeña y mediana es un proceso progresivo por la que la economía "formal" va absorbiendo a la "informal", primero con los beneficios de programas sociales a que todo ciudadano tiene derecho, como son los subsidios de educación, de capacitación, y de desempleo.
Tales programas, correctamente dirigidos a las clases populares que integran la economía sombra, son los instrumentos más eficaces para inducirla a la regularización de sus diversas obligaciones cívicas. El papel de los líderes de las agrupaciones informales es central. Las prestaciones de seguridad y salud y vivienda que ya existen en esos grupos pueden ir incorporándose a sistemas públicos más eficientes. Los cuantiosos flujos financieros que manejan ya están, en su mayor parte, articulados en el aparato bancario.
El fortalecimiento de la producción nacional que esta gradual absorción puede generar, canalizando los recursos humanos hacia una producción registrada y formal, hará que en México se generen los empleos que requiere. El mercado interior sumado a las exportaciones lo respalda.
Está en marcha una tendencia hacia asociaciones de productores y de consumidores, cooperativas y cajas de ahorro, sindicatos de productores y otras modalidades de producción, soportadas por unidades populares de ahorro, Desde el Siglo XIX este movimiento que se conoce como cooperativista tiene existencia en muchos países y hoy constituye un formidable baluarte de dinamismo social.
Son 800 millones de personas que integran el sector cooperativo en el mundo. En la India hay 100,000 cooperativas lecheras que con 1'2 millones de miembros aportan el 90% de los productos lácteos del país que es el mayor exportador del mundo.
Hay 49,000 uniones de crédito en 97 países con 177 millones de miembros. La proporción de cooperativistas a la población total varía: 1:2 en Finlandia y Singapur, 1:3 en Nueva Zelanda, en Noruega y Honduras; 1:4 en Malasia, Alemania y Estados Unidos. 1:3 hogares en Japón. 45% del PIB de Kenya, 22% en Nueva Zelanda. De 80 al 90% de la producción lechera en Noruega, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
El 40% de la agricultura en Brasil, el 25% de los ahorros en Bolivia, 24% de los servicios de salud en Colombia son operadas por cooperativas. En España hay 25,000 cooperativas, de las que 4,300 son agrícolas. Entre las cooperativas industriales y financieras, más famosas del mundo es la de Mondragón, en el país Vasco fundada antes de la Segunda Guerra Mundial por los jesuitas. En Québec el movimiento cooperativo financiero de la estructura Desjardins es el más importante del país. Desde hace tiempo esta institución ha trabajado en México.
Las cooperativas de construcción de vivienda y de energía y de agua son muy populares en los países desarrollados como también las de seguros de vida y salud. Se calcula que en el mundo las cooperativas dan 100 millones de empleos.
A medida que avanzan los efectos de los programas sociales en nuestro país que vayan absorbiendo a la economía "informal" irá aumentando la clase media que requiere a la vez que ofrece productos y servicios de todo tipo. Un comercio exterior activo hará que los mercados extranjeros adquieran los artículos cuya demanda interna no es suficiente. Así se revelará la necesidad de México de contar con más acceso a los mercados de mayor atractivo para nosotros.
En lugar del simple ensamble o armado con componentes ajenos, nuestro país debe privilegiar una producción integrada que parta de los recursos que existen.
Para México esto significa promover el uso de sus recursos agrícolas para la producción y exportación de sus frutas y legumbres, hortalizas, plantas de ornato y de su riqueza ganadera, apoyando agroindustrias para satisfacer un mundo, especialmente Asia que revela urgencia de cubrir sus necesidades alimenticias.
De igual manera, la fabricación de manufacturas relacionadas con el transporte, los equipos industriales y las herramientas de mano son horizontes atractivos.
Otro horizonte está en ser el principal centro de investigación en México de tierras áridas a la par que los de Israel, India, Libia y España. Hay en el renglón de combustibles no fósiles partiendo de plantas desérticas como la Jatropha, piñón nacido en México, una gran perspectiva.
Lo anterior lleva a promover y estrechar inversiones mancomunadas con agricultores e industriales europeos, norteamericanos y latinoamericanos en términos de equidad accionaria y no simples posiciones minoritarias de "socio industrial" sin influencia determinante en las decisiones.
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