ANTONI FUENTES
BARCELONA
Aunque la economía sumergida es, por naturaleza, escurridiza, algunos indicadores apuntan a una reducción entre los inmigrantes a pesar de la crisis. Si a final del 2008 había en Catalunya 168.956 extranjeros que trabajaban pero no estaban dados de alta en la Seguridad Social, en junio pasado la cifra se había rebajado a 90.480. El fenómeno se debe, según CCOO, a que muchos se han refugiado en las listas del paro.
El mercado de trabajo irregular de los inmigrantes ha pasado de representar el 28,4% de los ocupados a final del 2008 –una cifra que ya era un punto inferior a la del año anterior–, a sumar el 17,2%. Si el número de ocupados y el de afiliados a la Seguridad Social han bajado, ¿dónde están esos extranjeros? «Los inmigrantes que pierden su trabajo no vuelven a sus países de origen, sino que se quedan en Catalunya buscando empleo», explicó ayer Ghassan Saliba, responsable de Inmigración de CCOO en Catalunya.
El incremento del paro en los extranjeros dobla el de los trabajadores nativos: en medio año, la tasa de desempleo de los inmigrantes pasó del 20% al 28% hasta junio, mientras que la de los autóctonos creció del 9,8% al 12,9%.
EN CONTRA DEL TÓPICO / Dani Garrell, uno de los autores del informe de CCOO, asegura que «la crisis de la economía formal arrastra a la informal porque si un taller irregular no recibe pedidos, cerrará».
La situación puede empeorar a medida que los extranjeros agoten una prestación de desempleo que suele ser más corta que la de los autóctonos, según Garrell. En julio, el Inem pagaba prestaciones a 361.387 extranjeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario