Los propietarios de los puestos de venta ambulante que cada jueves se instalan en Xàbia casi llegaron ayer a las manos. El Ayuntamiento les informó la pasada semana que, como consecuencia de la celebración del festival de jazz en la plaza de la Constitución, debían trasladarse de forma puntual al solar de la zona de Palmela.
Es un emplazamiento donde han estado hasta hace pocos meses por lo que, a falta de rotulación de las plazas, desde el Consistorio se les indicó que se distribuyeran siguiendo su puesto habitual. El problema llegó cuando, poco después de las seis de la mañana, los vendedores llegaron al lugar y se encontraron con que la Policía Local les indicaba un cambio de planes y encima había vendedores sin licencia.
«Nos han prohibido montar en las calles que rodean al aparcamiento y los que teníamos allí el sitio no sabíamos a donde dirigirnos» comentó un afectado. Ahí empezaron los problemas: las furgonetas iban a la caza de unos metros para asentarse y en muchos casos se encontraban con el «propietario» habitual del puesto que les emplazaba a mudarse.
Hubo momentos de tensión y empresarios que se vieron obligados a cambiar de ubicación hasta en tres ocasiones. También sufrió lo suyo el comerciante de pieles que presenta su género en un gran camión y que, al no poder aparcar en una de las calles laterales, intentó lo imposible: maniobrar en un solar salpicado de furgonetas.
Los vendedores afirman que nadie del Ayuntamiento se acercó a organizar el desorden. De hecho, indican que el funcionario que supervisa el mercadillo «ha llegado a las ocho y ni siquiera sabía que nos habían trasladado».
La falta de un responsable con autoridad permitió que muchos ambulantes que tienen su puesto fijado en la Ronda Sur aprovecharan la coyuntura y decidieran reubicarse en la zona de Palmela. Incluso montaron un puesto algunas personas que no tienen licencia para vender en Xàbia pero que sabían que, por las especiales circunstancias de ayer, tendrían sitio de sobra para exponer sus productos. Según admitieron los propios vendedores, ayer algunos de los puestos se montaron con las dimensiones que les vino en gana y el placero «ni se enteró» dada la «nula organización municipal».
«Hemos sentido que nos trataban como borregos, el Ayuntamiento no se preocupa. Peor no lo pueden hacer y encima no se dejan asesorar en nada» manifestaron los representantes del empresariado ambulante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario