El tema del empleo se ha vuelto a poner en boga, producto de que una vez más se logra evidenciar de forma empírica la teoría económica en cuanto a la dinámica de los mercados laborales.
Se vuelve a comprobar que cuando el ciclo económico se encuentra en la trayectoria descendente (crisis, recesión o depresión) el efecto final, el resultado visible, son las distintas manifestaciones en el componente empleo (disminución de horas extras, disminución de contratación, despidos esporádicos, despido masivo), lo que genera una preocupación económica y política: el desempleo.
Por ello, debido a la magnitud de la crisis económica mundial que hemos estado viviendo durante aproximadamente los últimos 12 meses, se ha generado una ola de desempleo mundialmente, y aproximadamente se proyecta, según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que al final de año rondarán los 22 millones de desempleados.
Para el caso particular de Costa Rica, basado en el reporte mensual de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) acerca de Seguros de Salud por rama de actividad económica, de octubre 2008 a mayo 2009 se perdieron un total de 32.462 empleos y se generaron 18.606 nuevas plazas, para un saldo neto de 13.856 puestos de trabajo perdidos.
Por lo tanto, la proyección es un aumento de la tasa de desempleo abierto entre un 1% y 2% para este año, además de una mayor magnitud de trabajadores que presentarán subempleo visible o invisible, producto de la desaceleración de producción.
También es importante mencionar que los sectores que más han generado desempleo es manufactura y construcción, y una parte considerable de estos trabajadores ingresan a la categoría de trabajo informal.
Algo que unido a los trabajadores que se mueven entre sectores productivos, pero en menores condiciones laborales, se ha estado probablemente promoviendo un proceso de precarización del trabajo, un aspecto a considerar y a evaluar dentro de la formulación de las políticas públicas de empleo.
Finalmente, el tema desde la perspectiva de la política económica, para implementar una política pública de empleo en esta etapa coyuntural de la economía internacional y nacional, debe abarcar los fenómenos de corto, mediano y largo plazo, iniciando por la problemática de pérdida y destrucción de empleo que hemos estado experimentando en los meses recientes, hasta la transición y modificación del mundo laboral costarricense mediante el debate y definición de la conveniencia o no de la desregulación y flexibilidad laboral.
cararcam@yahoo.com
MSc. Carlos Arguedas C.
Economista UNA
Creo que su percepción del problema se queda corta y, por lo tanto, no va más allá de las cejas. Le hago esta pregunta para despertarlo. Porqué la economía no desplaza la pérdida de empleo que se produce en algunos sectores golpeados por la crisis y resultan "perdedores", hacia otros que son beneficiados por la crisis y son "ganadores". Lo cierto es que las empresas deberían tener el poder de acomodarse u obligárseles a la acomodación. ¡No parecen perder nunca! ¡Se "salvan" a costillas del sufrimiento de miles de millones de personas! Por favor, sea más incisivo. Se que puede serlo. Anímese, plantee algo más prometedor. ¡Avance hacia la filigrana! Gracias. Pido disculpas si lo he molestado. ¡Ciao!
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