lunes, 20 de julio de 2009

¿Cuántos argentinos hoy trabajan por cuenta propia?

El desempleo obliga a las personas a buscar alternativas de fuentes de ingreso. Como consecuencia, aumentan las actividades cuentapropistas, muchas de ellas en la informalidad. Otras, a través de un emprendimiento que concrete una idea de proyecto
¿Cuántos argentinos hoy trabajan por cuenta propia?

Quedarse sin trabajo hoy es una posibilidad cada vez más cercana. El menor consumo interno y un mercado internacional menos amigable dejan como saldo una caída en el nivel de actividad de las empresas, que buscan amortiguarla reduciendo la nómina de empleados, para evitar llegar al extremo de verse obligadas a cerrar sus instalaciones.


En este contexto, la pesadilla del desempleo se hace realidad para mucha gente. De hecho, en la última quincena de mayo pasado, la desocupación alcanzó al 10,5% de la población del área metropolitana, según un relevamiento de SEL Consultores.

Ante la desesperación de la falta de ingresos, aquellos despedidos que no pueden conseguir otro trabajo en relación de dependencia buscan emprender actividades por cuenta propia. Las estadísticas ya muestran un aumento del auto-empleo y las organizaciones que promueven los emprendimientos dan cuenta del aumento de consultas por necesidad. Pero también muchas personas quedan en el plano de la informalidad, al incurrir en las tareas del tipo “changas” para subsistir.

Según el último informe del Instituto de Estudios Sociales y Laborales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), el cuentapropismo alcanza al 23,8% de los trabajadores activos.

Vale decir, casi uno de cada cuatro trabajadores ejerce sus actividades por cuenta propia.

La cantidad de activos que pasaron a revistar como trabajadores autónomos y monotributistas “se elevó en algo más de 24.000 en sólo tres meses, a 3,9 millones de personas”, dice la UCES. En los últimos 12 meses, relevó un aumento de 90.000 casos.



Estos trabajadores amplían la nómina de aquellos que carecen de los beneficios sociales, tales como vacaciones pagas, aguinaldo y protección contra el despido, que ofrece el empleo en relación de dependencia. Pero pueden engrosar la lista de emprendimientos innovadores y ser exitosos.

El informe de la UCES señaló que por tercer trimestre consecutivo ese segmento del mercado laboral se expandió a costa de la caída de la cantidad de trabajadores en relación de dependencia, pero fue insuficiente para evitar una destrucción neta de puestos de trabajo.

“Estaría reflejando la pérdida de capacidad de la economía para generar empleos genuinos y de alta calidad”, explica. Sin embargo, la UCES aclara que “todo el incremento correspondió a puestos registrados e incluso absorbió parte de la destrucción de empleos en negro”.

En la informalidad
Pero además de los registrados, el titular de SEL Consultores, Ernesto Kritz, explicó que muchos de los desempleados pasan al área informal de la economía. Sus estadísticas revelan cómo se extiende esa franja: cerca del 40% de los económicamente activos del área metropolitana de Buenos Aires tienen una inserción laboral deficiente.


Como parte del aumento de la informalidad y como mecanismo de protección de aquellos que no tienen acceso al seguro de desempleo, “es posible que haya un aumento de cuentapropismo pero que, en rigor, se trata de una situación más precaria que la de los asalariados, porque lo hacen sin ningún tipo de capital”, destacó Kritz.

No son entonces de pequeños emprendedores sino “asalariados sin capital en un contexto de informalidad” que buscan “algún trabajo de corto plazo”, como por ejemplo, constructor, vendedor de pastelitos o remisero.

En la parte formal
Ya dentro de la formalidad y con un poco más de capital, las organizaciones que respaldan a los nuevos emprendedores reciben cada vez más consultas de desempleados que buscan esta alternativa de ingresos.

“Mucha gente que se quedó sin trabajo ha venido a la oficina, medio desesperada, para ver qué salida se le podía dar”, contó Jimena Huarte, coordinadora de Programas de la organización sin fines de lucro Inicia.

Huarte agregó que lo que cambió respecto del año pasado es el tipo de consulta. Desde el verano, “llama gente que no tiene ni idea por dónde empezar. O reflota una idea que necesita poner en marcha cuanto antes porque está desesperada”. La mayoría tiene experiencia en trabajo en relación de dependencia: a muchos los despidieron o cerraron los lugares donde estaban trabajando.

En tanto, el último Global Entrepreneurship Monitor (GEM), de mediados del año pasado, arrojó “un incremento importante” de la proporción de emprendedores motivados por la necesidad, al medir 38,4% en 2008, respecto del 32,2% de 2007.

Por necesidad o por oportunidad
El porcentaje de emprendedores por necesidad se viene engrosando desde 2007. El GEM revela la situación de este año se está realizando, pero una serie de factores le permiten afirmar a Silvia de Torres Carbonell, directora del Centro de Entrepeneurship del IAE, que “mucha gente ante la situación económica y el costo de oportunidad se larga a emprender”.

Entre ellos, las inscripciones a la Competencia de Proyectos de Negocios NAVES, que organiza el IAE, han crecido un 10% respecto del año pasado. En tanto, “ha tenido una respuesta impresionante” y “mayor a la esperada” el Programa Desarrollo Emprendedores que organiza el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, explicó Torres Carbonell.

El Ministerio de Desarrollo Económico porteño informó que cumplidas las primeras ocho semanas desde la apertura de la inscripción al Programa Desarrollo Emprendedor, cuya inscripción cierra a fin de mes, más de 2.000 emprendedores porteños presentaron sus proyectos de negocios. De los 1948 aprobados, el 13,5% proviene de personas desempleadas.

“En épocas de emprendimientos por necesidad, muchos van a lo más fácil: a brindar servicios, gastronomía, productos regionales”, dijo Torres Carbonell. Y Huarte agregó que “tienen que ver con lo que las personas saben hacer. Son emprendimientos chicos, con poca estructura: sin oficina, ni maquinaria y poco capital”.

Torres Carbonell explicó que la gente que emprende por necesidad “tiene que encontrar la oportunidad de negocio”, lo que en una situación de crisis económica como la que se vive actualmente, “es más difícil porque los mercados y el poder adquisitivo se achican”.

En estos tiempos, también se desarrollan proyectos de más alto potencial, como los que se dedican a tecnología, biotecnología y diseño. Son los que provienen de profesionales que tenían trabajos corporativos y, ante la pérdida o la baja de sus ingresos, aprovechan las oportunidades que las empresas donde trabajaban, por el tamaño o por la poca flexibilidad para atender a determinados segmentos o nichos específicos, no podían llevar adelante.

“Estos son buenos casos porque las personas están capacitadas y han visto oportunidades de negocios en las empresas donde estaban y pueden proyectarlas para agregar valor y ser exitosos”, dijo Torres Carbonell.

El GEM detectó también que muchos emprendimientos surgen de la iniciativa de las mujeres. “Las primeras que salen a cubrir los ingresos que faltan son las mujeres, a través de micro emprendimientos, venta de dulces y servicios mas sencillos que necesitan tanto capital inicial”, contó Torres Carbonell.

Capacitación
Mucha gente se lanza a emprender sin estar capacitada, sin tener pasta de emprendedor, se endeuda y su emprendimiento fracasa. Por eso muchas organizaciones capacitan a los emprendedores.

La profesora del IAE explicó que si el emprendimiento es sólo por necesidad de ingresos “es peligroso”. Y agregó que “es el momento del Gobierno y las instituciones para acompañar a la gente para que armen planes de negocio y que no se queden cortos de caja al empezar” el proyecto.

Inicia ofrece, desde este año, diferentes programas para no sólo trabajar la parte técnica sino también la personal, porque los emprendimientos por necesidad también necesitan contención. Desde el año pasado veían “que la gente se iba a acercar con una problemática diferente”, explicó Huarte.

Uno de los programas es un sistema de Coaching para Emprendedores. A través de él, el emprendedor recibe una guía para solucionar los problemas que le impiden alcanzar los resultados. Otro, Nuevos Emprendedores, está destinado a las personas que se quedan sin empleo y deben hacer un trabajo interno para adaptarse a trabajar en forma independiente.

También el llamado Emprendedores en Acción, que trabaja con programación neurolingüística para identificar las habilidades de las personas y destrabar los obstáculos que les impide concretar su idea.

El auto empleo es una opción en momentos en que se destruyen puestos de trabajo. También es una oportunidad de crear más empleo. La capacidad y la respuesta de la economía marcarán el camino de estos nuevos emprendedores.

Verónica Dalto
© iProfesional.com

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