CEIDAS
La crisis económica ha generado despidos masivos en todo el mundo, sobre todo en áreas urbanas, en las que se localizan las principales empresas del sector manufacturero, servicios y construcción, que son las que en mayor medida han sido golpeadas por los efectos de la adversa situación financiera.
En ese sentido, es altamente probable que la pobreza y la desigualdad se incrementen aceleradamente en las zonas urbanas, por lo que el CEIDAS ofrece a continuación un panorama con los principales indicadores en México relacionados con la capacidad de ingreso en esas áreas y el impacto que tendrán en el incremento de la pobreza.
México ha vivido un proceso acelerado de urbanización que se agudizó, sobre todo, a partir de la década de los 90. Así, mientras que a inicios del siglo XX sólo 28.5% de la población habitaba en localidades de más de dos mil 500 habitantes, en 1950 el porcentaje se incrementó a 42.6, para llegar en 2000 a más de 68% y en 2005 a 76.5 por ciento.
Esto significa que de los 103 millones 263 mil 388 habitantes que tenía el país en ese año, 78 millones 986 mil 852 vivía en localidades urbanas, y 24 millones 276 mil 536 en zonas rurales.
Debe destacarse que aun cuando la mayor cantidad de personas en pobreza alimentaria se sitúa en el sector rural, según los datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social en los ámbitos urbanos los procesos de exclusión social y discriminación hacen la pobreza aún más severa en sus alcances y consecuencias.
Así, de los 14.4 millones de personas en condición de pobreza alimentaria contabilizadas en 2006, cinco millones se ubicaban en los centros urbanos, lo cual es muy probable que se incremente como resultado de la crisis.
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