De acuerdo a un informe del grupo Lateinamerika Verein de Alemania, nuestro país se encuentra en la lista de los que tendrán mayor crecimiento económico en el 2009, con un aumento de su PIB de un 4,0%
La asociación Lateinamerika Verein, con sede en Hamburgo y que aglutina a empresarios con inversiones y relaciones comerciales en América Latina, sostiene que América Latina irá a contracorriente de la crisis mundial y seguirá creciendo en 2009, con una tasa que rondará globalmente un 3 por ciento.
Sin embargo, admite que los efectos de la crisis económica y financiera a nivel mundial frenarán los impulsos en la región, que ya no alcanzará las tasas de crecimiento de los últimos años, cuando entre 2004 y 2008 fueron de un 6,1 por ciento en promedio.
A pesar del crecimiento de la economía no bajarán los índices de pobreza, sino a la inversa, es "posible que siga creciendo" la cuota de pobres en el subcontinente, advierte el informe.
Los instrumentos más contundentes que los países de la región tienen a disposición o aplicaron para enfrentar los embates de la crisis mundial son "la utilización de divisas para defender las monedas nacionales, el fortalecimiento de los respectivos bancos centrales, exenciones impositivas, créditos para mercados necesitados, facilidades para inversiones extranjeras y planes sociales para gente sin trabajo o de pocos recursos".
De acuerdo al informe presentado hoy, los países de mayor crecimiento en 2009 serán Panamá y Perú, con un aumento de sus respectivos productos internos brutos (PIB) de un 6,0 por ciento, seguidos por Uruguay, con 4,5 por ciento, y Bolivia, Cuba y Venezuela, con 4,0 por ciento, respectivamente.
Los impulsos más bajos los tendrán El Salvador (1,0 por ciento) y México (1,1 por ciento), mientras que Brasil alcanzará un incremento del PIB de 3,2 y Argentina de 3,0 por ciento, señalan los cálculos del LAV.
Entre los factores más importantes que generarán efectos positivos se hallan "el consumo interno, las tasas de inversión, las cuotas de ahorro interno y las emisiones de bonos en los mercados locales, (que) se han incrementado significativamente".
Además se destacan los logros de los últimos años, en los que "la mayoría de los países aprovecharon el boom económico para ampliar reservas de divisas por un volumen de 520.000 millones de dólares, reduciéndose la deuda pública y eterna". Otro factor positivo es el control de la inflación.
Sin embargo, la región sigue ofreciendo flancos débiles, y así se destaca la dependencia que algunos países sufren frente a los precios de materias primas de exportación. Una caída del 13 por ciento en la cotización de las materias primas equivale a la pérdida de un punto porcentual en el crecimiento del PIB.
México, el Caribe y los países de América Central sufrirán, por primera vez en diez años, la reduccción de remesas de divisas de los connacionales residentes en Estados Unidos, algo que hoy "ya se refleja en el debilitamiento de la bonanza en el sector de la construcción".
Otro problema que sigue vigente es la reducción de financiación externa de proyectos a raíz de la retracción de los mercados crediticios internacionales.
A pesar de los síntomas de la crisis, "las empresas privadas de América Latina lograron incrementar, en promedio, sus beneficios. Los sistemas financieros se presentan estables", indica el informe, que además augura "un repunte de las bolsas latinoamericanas a consecuencia de la baja de las tasas de interés en Estados Unidos y el debilitamiento paulatino del dólar".
"Los pronósticos indican que en breve habrá un crecimiento de las bolsas, que atraerá inversores dispuestos a correr riesgos, y cuyas inversiones apuntarán a su vez las monedas nacionales".
Independientemente de los aspectos positivos, América latina, advierte la LAV, "sigue marcada por serios problemas estructurales, sobre todo en la infraestructura, la educación y la preparación profesional, con el consiguiente bajo nivel de innovaciones".
La estabilidad social y política de muchos países de la región sigue amenazada por "extremas diferencias en los ingresos".
El 35 por ciento de la población sigue viviendo en pobreza y "es posible que esa cuota siga creciendo en 2009", deplora el informe, en el que se señala que según cifras oficiales la tasa de desempleo es del 7,5 por ciento, pero en las ciudades latinoamericanas, la mitad de los trabajadores se desempeña en la economía informal, con bajos ingresos y sin acceso a los sistemas de previsión social.
Cadena Global/DPA
La asociación Lateinamerika Verein, con sede en Hamburgo y que aglutina a empresarios con inversiones y relaciones comerciales en América Latina, sostiene que América Latina irá a contracorriente de la crisis mundial y seguirá creciendo en 2009, con una tasa que rondará globalmente un 3 por ciento.
Sin embargo, admite que los efectos de la crisis económica y financiera a nivel mundial frenarán los impulsos en la región, que ya no alcanzará las tasas de crecimiento de los últimos años, cuando entre 2004 y 2008 fueron de un 6,1 por ciento en promedio.
A pesar del crecimiento de la economía no bajarán los índices de pobreza, sino a la inversa, es "posible que siga creciendo" la cuota de pobres en el subcontinente, advierte el informe.
Los instrumentos más contundentes que los países de la región tienen a disposición o aplicaron para enfrentar los embates de la crisis mundial son "la utilización de divisas para defender las monedas nacionales, el fortalecimiento de los respectivos bancos centrales, exenciones impositivas, créditos para mercados necesitados, facilidades para inversiones extranjeras y planes sociales para gente sin trabajo o de pocos recursos".
De acuerdo al informe presentado hoy, los países de mayor crecimiento en 2009 serán Panamá y Perú, con un aumento de sus respectivos productos internos brutos (PIB) de un 6,0 por ciento, seguidos por Uruguay, con 4,5 por ciento, y Bolivia, Cuba y Venezuela, con 4,0 por ciento, respectivamente.
Los impulsos más bajos los tendrán El Salvador (1,0 por ciento) y México (1,1 por ciento), mientras que Brasil alcanzará un incremento del PIB de 3,2 y Argentina de 3,0 por ciento, señalan los cálculos del LAV.
Entre los factores más importantes que generarán efectos positivos se hallan "el consumo interno, las tasas de inversión, las cuotas de ahorro interno y las emisiones de bonos en los mercados locales, (que) se han incrementado significativamente".
Además se destacan los logros de los últimos años, en los que "la mayoría de los países aprovecharon el boom económico para ampliar reservas de divisas por un volumen de 520.000 millones de dólares, reduciéndose la deuda pública y eterna". Otro factor positivo es el control de la inflación.
Sin embargo, la región sigue ofreciendo flancos débiles, y así se destaca la dependencia que algunos países sufren frente a los precios de materias primas de exportación. Una caída del 13 por ciento en la cotización de las materias primas equivale a la pérdida de un punto porcentual en el crecimiento del PIB.
México, el Caribe y los países de América Central sufrirán, por primera vez en diez años, la reduccción de remesas de divisas de los connacionales residentes en Estados Unidos, algo que hoy "ya se refleja en el debilitamiento de la bonanza en el sector de la construcción".
Otro problema que sigue vigente es la reducción de financiación externa de proyectos a raíz de la retracción de los mercados crediticios internacionales.
A pesar de los síntomas de la crisis, "las empresas privadas de América Latina lograron incrementar, en promedio, sus beneficios. Los sistemas financieros se presentan estables", indica el informe, que además augura "un repunte de las bolsas latinoamericanas a consecuencia de la baja de las tasas de interés en Estados Unidos y el debilitamiento paulatino del dólar".
"Los pronósticos indican que en breve habrá un crecimiento de las bolsas, que atraerá inversores dispuestos a correr riesgos, y cuyas inversiones apuntarán a su vez las monedas nacionales".
Independientemente de los aspectos positivos, América latina, advierte la LAV, "sigue marcada por serios problemas estructurales, sobre todo en la infraestructura, la educación y la preparación profesional, con el consiguiente bajo nivel de innovaciones".
La estabilidad social y política de muchos países de la región sigue amenazada por "extremas diferencias en los ingresos".
El 35 por ciento de la población sigue viviendo en pobreza y "es posible que esa cuota siga creciendo en 2009", deplora el informe, en el que se señala que según cifras oficiales la tasa de desempleo es del 7,5 por ciento, pero en las ciudades latinoamericanas, la mitad de los trabajadores se desempeña en la economía informal, con bajos ingresos y sin acceso a los sistemas de previsión social.
Cadena Global/DPA
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