miércoles, 4 de febrero de 2009

El Estado, motor de la informalidad

El Estado mexicano es el principal generador de la informalidad por el exceso y la complicada regulación que emite, pero además, es incapaz de hacer cumplir las reglas a la sociedad, lo que impulsa el auge de la corrupción, sostuvo Alejandro Portes, experto en economía informal de la Universidad de Princeton.

El catedrático en sociología calificó a nuestro país, al igual que el resto de las naciones de América Latina, como estados “frustrados” y “débiles” en materia de economía informal.

“Mucho papel, pero no tienen capacidad de aplicarlo”. Dijo que dicha incapacidad, aunada a la crisis económica por la que atraviesa el mundo, serán detonantes de la proliferación del fenómeno de la informalidad.

“Es viable esperar un crecimiento de la actividad informal, incluso la migración que era la gran válvula de escape a la economía mexicana empieza a cerrarse...”, expresó.

Durante la conferencia magistral: Economía Informal y la Sociología Económica realizada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el especialista previó que la informalidad se ubicará en México por arriba de 50% de la PEA y será un “gran colchón” para la economía; sin embargo, el problema es que el Estado no controlará ni regulará a este sector.

Para el director del Centro de Investigación de Migración de Princeton, el concepto de informalidad no puede ser visto como sinónimo de pobreza ni de autoempleo, sino como una tarea generadora de ingresos que escapan a regulación estatal.

Catalogó a la informalidad en tres vertientes: la de supervivencia, que es la venta en la calle sin ser mercancías ilícitas; la de explotación, que depende de los subcontratos de empresas y permiten ganancias para un formal y la de crecimiento, exceso de regulación.


LILIA GONZÁLEZ VELÁZQUEZ EL ECONOMISTA

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