Uno de los estragos que genera la economía informal se manifiesta en la caída de las ventas del comercio formal, ese que tiene que pagar impuestos, seguro social, reparto de utilidades y aguinaldos.
Lamentablemente, no sólo el comercio informal tiene en estas fechas un impacto directo en el comercio formal xalapeño, también las grandes cadenas de autoservicios contribuyen a que las ventas del comercio menor establecido resienta menores ingresos en estas épocas.
Las conocidas “ventas nocturnas” se han convertido en una estrategia de mercadeo que genera un gasto importante de recursos de las familias, quienes ven una oportunidad para “ahorrar”, cuando en realidad lo que hacen es gastar más, incluso endeudándose a 6, 12 o 18 meses. Estas ventas están matando al comercio formal xalapeño, particularmente a los pequeños establecimientos, que anteriormente recibía la visita de la clase media y media alta del municipio para hacer sus compras.
En materia de alimentos la cosa no es diferente, los establecimientos de comida rápida en los grandes centros comerciales desplazan ahora a los restaurantes establecidos de la ciudad. Se han convertido en centros de reunión, que elimina un consumo para las fondas, restaurantes, loncherías, taquerías, puestos ambulantes de comida.
Lamentablemente, nuestra cultura de gasto es totalmente desapegada a los principios que nos enseñaban nuestros abuelos: “sólo gasta lo que tienes”, “gasta 80% de tu ingreso, ahorra la diferencia”. Ahora, el signo de la venta de los grandes establecimientos, apoyados por grandes campañas bancarias para la utilización de tarjetas de crédito, invitan, echan el anzuelo, para que las personas compren a plazos diferidos, en “paguitos” dicen algunos centros comerciales de la ciudad, lo que representa una deuda diferida.
En otras palabras, con estas estrategias de consumo, incluso a tasa cero de interés, lo que se genera es un estado permanente de deuda, que permite un mayor consumo presente, pero un menor consumo futuro.
Poner atención a este fenómeno no sólo deberá ser materia de la familia, sino también de las autoridades, para que informen, recomienden estrategias de gasto a las personas, que los lleve a tener mejores finanzas personales. Cuando el problema de endeudamiento es generalizado, debe también ser tema de gobierno, a fin de contar con una sociedad sana financieramente hablando. En estas fechas ¿Usted qué ha decidido: gastar lo que ganó, endeudarse o ahorrar?
Lauro Rodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario