miércoles, 15 de octubre de 2008

LAS MYPES Y LA APERTURA COMERCIAL: UN GRAN DESAFÍO

Lima, (PRESSPERU).- Las nuevas generaciones en el Perú encaran un escenario muy distinto al que ha vivido cualquier peruano o residente en nuestro país en las últimas décadas. De escenarios de inestabilidad política y económica, hiperinflación, terrorismo y, por ende, futuro incierto para cualquiera, hoy tenemos justificadas razones para sustentar un moderado optimismo.

Más de setenta meses de crecimiento sostenido, inversión privada diversificada y en ascenso -a un escalón de lograr la categoría de grado de inversión según dos de las principales clasificadoras de riesgo, bajas tasas de inflación, balanza comercial superavitaria, notable despegue exportador, sostenida reactivación de la demanda interna y riesgo país de los más bajos de la región latinoamericana grafican una situación promisoria para el Perú y para los peruanos.

La Apertura Comercial y la Agenda Interna
Durante los últimos seis años, ha habido importantes avances en materia de apertura comercial para el Perú. Tratados de Libre Comercio negociados o en proceso de negociación (EEUU, Tailandia, Singapur, Canadá), Acuerdos de Complementación Económica (Chile, México) y propuestas de nuevos TLC´s (CAN-Unión Europea, Corea del Sur, China, etc.) definen un escenario nuevo en el que solo va quedando espacio para los más competitivos. No solamente se trata de lograr acceso para nuestros productos en los mercados compradores, sino de abrir nuestro mercado también. A mediados de los 90´s, el promedio arancelario por un producto importado desde el Perú era de 66%; hoy es de aproximadamente 5%.

Paralelamente, el esfuerzo principal de nuestro país debe enfocarse en mejorar los niveles de competitividad para minimizar los costos de la apertura comercial -léase competencia- y aprovechar las enormes oportunidades que ofrecen los grandes mercados, aún con la desaceleración de su crecimiento en los últimos meses en algunos de ellos.

Los principios definidos en el Acuerdo Nacional, los lineamientos planteados en el Consejo Nacional de Competitividad y las acciones definidas en el Plan Estratégico Nacional Exportador: PENX 2003-2013, marcan la hoja de ruta que debemos transitar.
Es una señal muy positiva que de las cerca de 1,000 tareas público-privadas acordadas en el PENX, hoy el 43% de ellas haya logrado implementarse. Sin embargo, queda mucho por seguir avanzando en materia de infraestructura, acceso a financiamiento, tributos y fortalecimiento de capacidades gerenciales en diferentes niveles. El reloj juega en contra.

Como señales buenas podemos considerar:
• Desde 1998, las exportaciones peruanas vienen creciendo en forma sostenida.
• Entre el 2004 y el 2006, el Perú se situó dentro de los cinco países de mayor crecimiento exportador en el mundo.
• Durante los últimos cinco años, 794 productos se han sumado a la canasta exportadora del país.
• Durante los últimos cinco años, nuestros productos han llegado a 26 mercados nuevos.
Recordemos que una evidencia de competitividad es el crecimiento exportador, dado que si un comprador en cualquier parte del mundo compra un producto peruano lo hace comparándolo con otras alternativas. Si elige el nuestro es porque éste es competitivo en precio, calidad y oportunidad de entrega.
• Durante los últimos cinco años, 1,906 empresas más exportan en forma directa desde el Perú. Hoy suman 6,656 y por cada una de ellas, participan en la cadena, en promedio 7.4
• Crecimiento de la demanda interna con mayores retornos para las empresas. En el 2007 el retorno sobre el patrimonio de las principales empresas peruanas (Top 1000) se estimó en 30.0% frente a 18.3% en el 2006 según Gerens.
• Mayor y más descentralizada contratación laboral. En el 2007, el empleo urbano en empresas de 10 o más trabajadores creció 8.3% respecto del 2006 y 16.2% respecto del 2005, según Apoyo S.A.

Como señales de preocupación podemos señalar:
• Según el Índice Global de Competitividad (World Economic Forum-WEF- 2006-2007), Perú se encuentra en la posición 74 entre 125 países. Falta mucho por remar.
• El acceso a financiamiento y el costo del mismo registran al Perú detrás de Colombia, Venezuela, Chile y otros países competidores según el WEF.
• Los costos logísticos representan el 29% del valor de un producto de exportación peruano. En países vecinos esto representa aproximadamente el 20%.
• Del total en valor exportado por el Perú durante el 2007, cerca del 78% corresponde a productos primarios (minerales, petróleo, harina de pescado y café principalmente) y sólo el 22% restante corresponde a productos manufacturados (con mayor valor agregado).

La Importancia de las MYPES en el Perú

Sin duda el rol de las mypes es crucial en todas las economías….

EEUU- Small Business Administration (SBA),: “…en los pequeños negocios es donde se hacen las innovaciones. Los cambios se hacen más rápido, son más flexibles y con frecuencia son más audaces que en las grandes empresas”

China: “Las pequeñas empresas son el principal destino de los despidos en las privatizaciones de las empresas estatales, por lo que las convierten en un factor clave para garantizar la estabilidad social”

Chile- CORFO: “El fomento del desarrollo de capacidades competitivas de las pequeñas empresas chilenas es prioritario para el desarrollo equilibrado de las distintas regiones del país. Estimula la inversión privada, particularmente en aquellas zonas que han ido quedando rezagadas del proceso de crecimiento.”

En el Perú, las MYPES representan el 98.3% del total de empresas existentes en el país (94.4% micro y 3.9% pequeña), pero el 74% de ellas opera en la informalidad. El grueso de las MYPES informales se ubica fuera de Lima, generan empleo de mala calidad (trabajadores familiares en muchos casos no remunerados) con ingresos inferiores a los alcanzados en las empresas formales similares.

Las MYPES además aportan aproximadamente el 47.0% del PBI del país y son las mayores generadoras de empleo en la economía, aunque en la mayoría de los casos se trata de empleo informal.

Si concentramos la atención en el desarrollo exportador del país, de las 6,656 empresas exportadoras, el 64.0% de ellas son MYPES, pero sobre el valor total exportado por el país (este año se estima en aproximadamente $27,800 millones), las MYPES solo representan el 3.0%

¿Se beneficiarán o se perjudicarán las MYPES peruanas como resultado de la apertura comercial y concretamente el TLC con EEUU?

Independientemente del sector al que pertenezcan o la región en qué se encuentren, ello dependerá de cuan preparadas están para competir. En este marco, hay responsabilidad del Estado en relación a sobrecostos que claramente restan competitividad a la actividad empresarial en el país:

Infraestructura (carreteras, puertos, etc.). Aquí la desventaja es evidente. Un flete aéreo, por citar un ejemplo, de Callao a Miami para un perecible fresco puede ser hasta 15% más costoso que un flete para el mismo producto de Santiago a Miami. Movilizar un contenedor (FCL) de 40’ en el puerto Callao cuesta por todo concepto aproximadamente $600, mientras que en Valparaíso o Buenaventura puede costar hasta 30% menos.

Financiamiento. En este factor crucial para la actividad empresarial, la MYPE peruana tiene limitaciones de acceso en la banca formal y de costo cuando puede acceder a una línea de financiamiento. Tasas de 35-40% asumidas por muchas MYPES en el país hacen no competitivo su producto en el mercado internacional.

Presión Tributaria. La alta carga tributaria explica en parte el poco interés de muchas MYPES informales en el Perú de pasar a la formalidad. La MYPE es informal simplemente porque no entiende/cree en las ventajas de formalizarse.

Existe también responsabilidad de las propias empresas en relación a sus niveles de competitividad. Existen serias deficiencias en cuanto a:

Capacitación. Costeo, Negociaciones, Formulación de Planes de Negocios, Investigación de Mercados, etc. representan algunos de los conceptos y herramientas de gestión poco manejadas por las MYPES peruanas y que son vitales para competir en mercados abiertos.

Alianzas Estratégicas. Algunas MYPES tienen la posibilidad de exportar en forma directa. Algunas MYPES pueden exportar apelando a esquemas de asociatividad como los consorcios. Algunas MYPES probablemente no exporten nunca, pero pueden participar en cadenas de exportación a través de subcontrata, entre otras posibilidades de articulación empresarial. Las alianzas estratégicas significan una oportunidad para enfrentar la competencia.

Soporte Institucional. Existen muchos mecanismos de apoyo en gestión empresarial que ofrecen instituciones del estado como Promperú (ferias, inteligencia comercial, etc.), Ministerio de la Producción (consorcios) y Mi Empresa del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (formalización). Hay también soporte de instituciones gremiales como ADEX, COMEX, Sociedad Nacional de Industrias, Cámara de Comercio de Lima, Perú Cámaras, SNOASC, etc. Asimismo existen varios programas de apoyo ofrecidos por organismos de cooperación empresarial que directa o indirectamente contribuyen o pretenden contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas peruanas. USAID (MYPE COMPETITIVA y Proyecto PRA), Comisión Europea (Programa AL Invest), CAF (Programa Andino de Competitividad), CBI-Holanda, ICE-Italia, GTZ-Alemania, etc. En todos los casos se trata de herramientas sub aprovechadas por las pequeñas empresas en el Perú.

Marcas y Patentes. Poco desarrollo de marcas y patentes por parte de las pequeñas empresas para generar valor agregado y sostenibilidad en sus negocios.

Por un lado, el que instituciones como The Global Entrepreneurship Monitor (GEM) considere por segundo año consecutivo como el país con más índice de emprendimiento a nivel mundial (4 de cada 10 peruanos entre 18 y 65 años desarrolla actividades de emprendimiento….obviamente en muchos casos por necesidad), significa un activo muy importante. Hay capacidad e idea para generar actividad empresarial.

Por otro lado, según información de la SUNAT, cada año se abren en el Perú aproximadamente 300,000 empresas nuevas…. Pero se cierran 200,000…

El nombre del juego es COMPETITIVIDAD. La apertura comercial puede ser una oportunidad muy buena para las empresas que estén preparadas para aprovecharla y puede ser una amenaza en algunos casos letal para las que no lo estén.

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