viernes, 27 de septiembre de 2019

La fórmula de Nueva York ante comercio callejero: más permisos y mayor fiscalización

Experta estadounidense expuso sobre las estrategias para abordar este problema, que incluyen uso de tecnología y la creación de “minicentros comerciales”. La comercialización de una increíble variedad de productos en plena calle es un fenómeno global y un eterno dolor de cabeza para las autoridades locales, que buscan regular o incluso derechamente impedir esta actividad. Si bien en Chile se han ensayado distintas estrategias para abordar este problema, los vendedores ambulantes continúan presentes de manera masiva en distintos puntos de las ciudades.

Con el fin de conocer experiencias internacionales en torno a este tema, en la Municipalidad de Santiago se organizó un seminario en el que participó Lorelei Salas, comisionada del Departamento de Asuntos de Protección al Consumidor y al Trabajador de Nueva York (EE.UU.). La funcionaria estadounidense presentó en el encuentro algunas medidas implementadas para abordar este fenómeno. Entre ellas, destacó la emisión de más permisos para que las personas puedan trabajar de manera regular y con ello ser fiscalizadas de mejor manera. Del mismo modo, en la Gran Manzana se han creado nuevas categorías de licencias para trabajar en la venta callejera, las que tienen en consideración los productos emergentes que se comercializan por esta vía. Ellas incluyen, entre otras actividades,la comercialización de tickets para eventos y atracciones recreacionales.

 La comisionada neoyorquina enfatizó que el acceso a estos permisos tiene que ir de la mano con un aumento en la fiscalización, con el fin de proteger a los consumidores. “Creamos una licencia nueva con reglas nuevas, para que las personas que están trabajando en esto tengan alguna guía de cómo comportarse en el espacio público”, explicó. GPS para el control Otras iniciativas, análogas a las que se han intentado en Chile, se centran en la reubicación de los comerciantes callejeros en lugares fijos, al estilo de minicentros comerciales. En este plano, Salas explicó que en Nueva York “ubicamos un lugar bajo un puente que lleva al tren. No era utilizado y estahba muy vacío y oscuro, por lo que la iniciativa ayudó a disminuir la delincuencia en ese sitio y así solucionar dos problemas en uno”. En general, admitió, soluciones como estas “requieren una inversión financiera importante de la ciudad”.
En esa urbe estadounidense, otra de las propuestas consistió en crear un equipo de trabajo unificado que se dedique al tema del comercio callejero, pues en la actualidad “muchas de las responsabilidades para inspeccionar están divididas entre varias agencias distintas y el departamento de policía. Entonces, no hay un lugar central que se dedique a estudiar todo el problema y ver recomendaciones para proponer más leyes que ayuden a solucionarlo”, aseveró. Otro elemento que mencionó la comisionada es el empleo de tecnología, como el uso de GPS para verificar que quienes tienen una licencia realicen su actividad de ventas en los lugares permitidos para ello.

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