Por Gonzalo Durán Sanhueza, Economista FundaciónSOL, www.fundacionsol.cl Twitter: @lafundacionsol
El año 2011, fue el segundo año de aplicación y resultados mensuales de la Nueva Encuesta de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas, una encuesta levantada gracias a la inversión de sendos fondos públicos, que no ha sido explorada en su justa medida y que entrega información suficiente como para desmitificar el supuesto panorama auspicioso que tenemos en materia laboral, en especial al considerar la calidad de los empleos creados.
Por otro lado, el año 2011, también se conocieron nuevas cifras de salarios y desigualdad, advirtiéndose, en relación a ellas, que las malas condiciones de trabajo son conductores de primer grado en la generación de la desigualdad en la distribución de los ingresos.
Esta columna "infográfica", ilustra en 8 figuras, elementos fundamentales que Fundación SOL ha desarrollado de manera constante durante el último tiempo y que reflejan parte substancial del diagnóstico sobre la situación del trabajo y la desigualdad en Chile. El escenario es claro: Chile se acerca a la meta del millón de empleos, pero con una inserción laboral débil, con trabajos precarios y con una desigualdad rampante que amenaza con incrementarse cada vez más. Veamos lo que ocurre en las dimensiones de Trabajo y Desigualdad.
¿Tasa de Desempleo del 7%?
Durante los últimos 12 meses, la tasa de desempleo se ha mantenido en torno a 7%. Sin embargo, al recurrir a la definición ampliada para medir desempleo , técnica ya empleada por otros institutos de estadísticas como el Bureau of Labor Statistics en Estados Unidos y por el nobel de economía Joseph Stiglitz, se constata que el desempleo integral (que incluye subempleo y desaliento), supera el 12%, contabilizándose entonces, más de 1 millón de personas con problemas de desempleo. Lo anterior responde fundamentalmente al incremento del subempleo, situación desatendida por las autoridades.
Subempleo Rampante
El subempleo visible, es decir, las personas que trabajan a tiempo parcial, pero que desean y están disponibles de inmediato para trabajar tiempo completo, es un problema invisibilizado por las autoridades, que sin embargo ha estado aumentando de manera persistente durante los últimos meses. Durante el 2011, el trimestre Julio-Septiembre, marcó el peak en este indicador desde que es posible contar con su medición. El subempleo es considerado signo de precariedad por la Organización Internacional del Trabajo.
580 mil empleos de mala calidad
Durante la administración Piñera, entre Enero-Marzo de 2010 y Septiembre-Noviembre de 2011, se han creado 580 mil empleos.
La mitad de los empleos creados, son trabajos por cuenta propia (de baja calificación), familiares no remunerados, trabajo de servicio doméstico: se trata mayoritariamente de trabajo con débil inserción, de tiempo parcial con elevado grado de subempleo.
En la otra mitad (referida a los dependientes), el 100% de la variación de los ocupados asalariados corresponde a la modalidad de tercerizados (subcontrato, suministro y enganche).
El PIB Per Cápita de las grandes mayorías
De acuerdo a las estimaciones del FMI, Chile tendrá para el 2011 un PIB per cápita de US$16.000 dólares. Este indicador esconde la desigualdad que existe en el país, pues si nos alejamos de la tiranía de los promedios, vemos que el 60% de los chilenos tiene un PIB per cápita igual o inferior a US$3.500. Medir el pulso del desarrollo de acuerdo a este indicador es condenar a la gran mayoría a un sub-desarrollo crónico.
Desiguales
Chile es el país más desigual dentro del club OECD, pero cuando se menciona esta cifra, la contra-argumentación más común dice que no es posible compararnos con los datos de estas naciones que tienen ya un desarrollo consumado. Una comparación más sensible a las diferencias debiese poner a Chile en relación con dichos países cuando se encontraban en circunstancias similares. Pues bien, los países de la OECD, cuándo tenían igual nivel de PIB per cápita que Chile, lograban niveles de desigualdad equivalentes a la mitad de los indicadores chilenos. Caminamos entonces por la vía contraria a la seguida por ellos.
Profundización de las Brechas Salariales en la misma Empresa
Es en el trabajo donde se origina parte importante de la desigualdad. De un lado, el ingente excedente productivo no remunerado devela el fracaso de la negociación colectiva en su rol distributivo. De otro, la brecha entre los salarios de gerentes generales y los salarios medios de la economía, revela cómo las empresas se han servido de una institucionalidad laboral totalmente puesta a su favor. En Chile el 76% de los trabajadores recibe menos de $350.000 (menos del salario ético ajustado por IPC al 2011, y menos que la mitad del promedio del sueldo mínimo de Europa, ajustado por Paridad de Poder de Compra).
¿Más empleo = menos desigualdad?
Durante los últimos meses, varias personalidades, han saludado la tesis del chorreo y el efecto que tendría la mera generación de trabajo en el combate contra la desigualdad. Sin embargo Fundación SOL ha señalado la importancia que tiene dejar claro el hecho que, la mala calidad de trabajo esteriliza cualquier efecto positivo que podría tener la creación de empleo sobre la distribución de ingresos. Por ejemplo, en el caso de Gran Santiago, entre Junio de 2010 y Junio de 2011: mientras se creaban 74 mil puestos de trabajo, la desigualdad de ingresos aumentó en un 8%.
En estos días de comienzo de año, conviene comenzar refrescando un panorama que, siendo gris, es reversible. Para ello y dentro de muchas ideas que hemos planteado anteriormente (como la negociación colectiva de alta cobertura, una política industrial que fomente una economía productiva, con empleos de calidad, etc.), lo que se reivindica es la necesidad de procurar un "buen vivir" para todos y todas, es decir, un objetivo de bien común, un bienestar que no se restrinja a una elite siempre favorecida con las banderas miopes del crecimiento.
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