Investigación y Docencia - Profesor Marcelo Sánchez Ahumada.: Tramitocracia y Emprendimiento
Que duda cabe que el emprendimiento crea trabajo. Más aún incluso en niveles de precariedad el emprendimiento, llamado empleo por cuenta propia, crece de manera sostenida.
Hacer que cada vez dicho crecimiento en el empleo se transforme en trabajo de calidad es una tarea de gran envergadura para lo cual es imprescindible avanzar en todo aquello que incentive la formalidad.
Por cada negocio formal a lo menos existe uno que opera ilegalmente. En algunos casos el Emprendimiento informal no es sinónimo de ilegalidad sino muchas veces del peregrinar en que los emprendedores caen víctimas de una nefasta “Tramitocracia”.
El reinado de la burocracia atenta en contra de la creación de emprendimiento y trabajo de calidad, por ello el ejecutivo envió al Senado el proyecto que reduce de 27 días a 16 días el período de trámites para iniciar una nueva empresa además de obligar a las municipalidades de entregar permisos sanitarios provisorios a las nuevas empresas, a objeto de no demorar su puesta en marcha, haciendo extensivos algunos alcances ya vigentes en la ley de Microempresas familiares (MEF), otro de los elementos de esta iniciativa es reducir los costos de publicar en el Dirio oficial bastando para ello publicar en un sitio WEB.
Chile tiene una cultura emprendedora. Crear nuevas empresas es un desafío que tiene sustento. El freno no viene dado por las ganas de emprender sino por los costos de formalizarse y en consecuencia la desprotección comercial, civil y penal en que caen aquéllos que no pueden acceder a una vía rápida y coherente con los ritmos de un negocio. Asimismo es necesario crear instrumentos que fomenten el reemprendimiento a partir de experiencias de fracaso que hoy conllevan un alto nivel de estigmatización.
El fomento al Micro emprendimiento formal permite una correcta inserción en las vías del desarrollo de importantes sectores como el comercio o los servicios que tienden a una mayor precarización si no operan en los márgenes legales, dañando al sector establecido y creando incentivos perversos en el mercado. Por tal razón parece necesario fijar un norte en abordar el fenómeno de la informalidad y articular una batería equilibrada de control e incentivos que permitan regular procesos paulatinos de incorporación a la legalidad a los emprendimientos que al salir de las sombras podrán ver con claridad un mejor futuro.
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