Lo que hace una década se avizoraba está llegando a su punto álgido: la propiedad privada peligra dentro de un sistema financiero ahogado por la injerencia del Estado.
Los pequeños inversionistas están sobreviviendo y los trabajadores informales se multiplican en un entorno incierto y desprotegido.
Ante este panorama, dirigentes gremiales, redes vecinales y representantes de emprendedores y microempresarios, anunciaron la creación del Movimiento para la Protección del Patrimonio Familiar, en aras de frenar el intervencionismo del Estado en la economía popular.
“Están destruyendo los planes, ilusiones y la capacidad de progresar de la familia venezolana a través de decretos e imposiciones arbitrarias”, manifestó Joel Román, representante de la Red Nacional de Vecinos, quien advirtió que uno de los sectores más vulnerados ha sido el de la vivienda.
“Están a la caza de los condominios y de los propietarios de edificios. En los barrios ya se han organizado para proteger su entorno y su parcela”, expresó Román. (...)
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