Los obispos abogaron por un salario digno y empleo en blanco
La Iglesia aseguró que el empleo "en blanco", con salario "digno" y aportes sociales, es "la mejor" estrategia para erradicar la pobreza en un país con casi un 40 por ciento de trabajadores con ocupación "informal" o "en negro".
"No tener trabajo es la gran deuda y el peor atentado a la dignidad de la persona", advirtió el obispo Eduardo Martín, integrante de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, en el marco de la denominada Semana Social que se llevó a cabo en el Hotel Intersur 13 de Julio.
Por esto, el prelado de Río Cuarto abogó por un empleo con "salario digno, aporte jubilatorio y a las obras sociales", al tiempo que alentó a "luchar para que el trabajo en blanco pueda lograrse".
Las palabras de monseñor Martín fueron recibidas como una "bendición" por los más de 700 dirigentes, entre ellos un importante número de referentes de la oficialista CGT, la CTA y delegados de los gremios más combativos.
En tanto, Víctor de Gennaro, de la CTA, fue uno de los más aplaudidos cuando, en un panel, reclamó el 82 por ciento móvil para todos los jubilados y exigió hacer "realmente universal" la asignación por hijo y elevarla a 300 pesos para "terminar la inmoralidad del hambre en la Argentina".
"Hoy esta asignación deja afuera a dos millones y medio de chicos que por distintas formas de la aplicación de los planes no cobran el salario familiar. Con lo cual es una discriminación", aseveró.
De Gennaro insistió además en reclamar libertad y democratización de los sindicatos, un concepto que también compartió la diputada nacional Gabriela Michetti (PRO) en otra exposición.
En otro panel, representantes sindicales coincidieron en que erradicar la pobreza es generar más puestos de trabajo y más educación, y también criticaron la asignación universal por hijo que dispuso por decreto la presidente Cristina Fernández.
Gerónimo Venegas (Uatre) advirtió que ese beneficio "genera trabajo en negro", al ejemplificar que una persona que tiene cinco hijos y cobra por ellos unos 900 pesos, "no quiere que lo blanqueen para no perder esa asignación".
"La generación de fuentes de trabajo con salarios dignos es la única forma posible para erradicar la pobreza", subrayó.
Antonio Caló, de la Unión Obrera Metalúrgica, consideró "fundamental que el salario familiar no sea universal porque la gente no trabaja, sino que el salario familiar debe ser universal porque todos tienen trabajo", y demandó "trabajo en blanco y registrado" al reivindicar que "todo trabajo es decente, hasta el del cartonero".
Luis Cejas (Viajantes) defendió el papel de las organizaciones sindicales en el funcionamiento de las obras sociales, al enfatizar que 18 millones de trabajadores reciben atención sanitaria a través de los gremios. "No colapsemos las obras sociales, porque el Estado no está capacitado para asistirlos", advirtió.
Por otra parte, el heterogéneo grupo de participantes planteó a lo largo de la Semana Social la necesidad del "descanso dominical", una antigua lucha de la Iglesia para que los trabajadores dediquen esa jornada al encuentro familiar y la participación religiosa.
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