sábado, 26 de junio de 2010

El reordenamiento de San Salvador

El reordenamiento de San Salvador

Todos los domingos en la ciudad de Hamelin, en el norte de Alemania, junto al Río Weser, de calles empedradas y bellos edificios con entramados de madera de la época renacentista, y en especial en la Osterstrasse, su calle principal, se hacen representaciones para los turistas, del cuento de los Hermanos Grimm “El Flautista de Hamelin” en el que se refiere cómo en una fecha remota (26 de junio de 1284), la ciudad de repente fue víctima de un ataque de ratas de todos los tamaños y pelaje.

La plaga era insoportable, cuando de repente apareció ante las autoridades, un extraño sujeto, colgada una flauta al pecho, y del cuello un pañuelo rojo, negro y amarillo, que ofreció, a cambio de una buena paga, eliminar ese problema de las ratas y los ratones. El trato fue hecho, el extraño empezó a ejecutar melodiosas notas que hicieron estremecer las casas del pueblo al salir de todas sus madrigueras, todas las ratas, especies, tribus y familias de ratas. Así el liberador las condujo al rio, las hizo lanzarse y ahogarse.

Pero al volver, el liberador exigió su paga, un precio altísimo para el pueblo y para el alcalde. El liberador no trabajaba gratis, cobraba por sus servicios de liberación. Pero pagarle esa suma equivalía a casi el mismo efecto de haber perecido a causa de las ratas. Y el alcalde, viendo la paz que se gozaba, satisfecho el pueblo, muertas las ratas, le dijo al Flautista Liberador que se conformara con menos.

Esto enfureció al sujeto quien en venganza, empezó a entonar una nueva y bella melodía que sólo los niños y jóvenes de Hamelin podían escuchar y apreciar, siguiendo en esas notas las promesas de un Nuevo Mundo mientras el Flautista los sacaba del pueblo en una marcha que nadie podía impedir, hasta desaparecer al adentrarse en una lejana montaña. No regresaron jamás.

Hamelin se quedó sin ratas ni ratones, pero al enorme precio de quedarse también sin niñez y juventud, por la furia y la ambición del Flautista Liberador. Y es que a veces ciertos liberadores cobran muy caro por sus servicios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario