sábado, 8 de mayo de 2010

Proceso Digital

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Avanzar hacia la universalización de los seguros sociales sin ligarlos exclusivamente al empleo formal es la mejor manera de revertir la pobreza y la exclusión social en la región, afirmó François Bourguignon, Director de la Escuela de Economía de París, durante una conferencia magistral ofrecida hoy en la sede de CEPAL.

* El Director de la Escuela de Economía de París dictó una charla sobre la protección social en Europa y América Latina y el Caribe en la sede de la CEPAL.

Bourguignon, quien se desempeñó como Economista Jefe y Vicepresidente Senior del Banco Mundial entre 2000 y 2007, dictó la charla “Tendencias recientes en la protección social en Europa Occidental: ¿Aprendizaje para América Latina?”, acompañado por la Embajadora de Francia en Chile, Maryse Bossière, y el Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, Antonio Prado.

“A lo largo de poco más 60 años, hemos sido capaces de construir un pensamiento genuinamente regional, pero un pensamiento vivo y crítico que ha sabido cuestionarse y renovarse,” dijo Prado al darle la bienvenida a nombre de la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

“Este año nuevamente renovaremos ese compromiso cuando con ocasión de nuestro Trigésimo tercer período de sesiones ofrezcamos a los gobiernos y sociedades latinoamericanas y caribeñas nuestras reflexiones organizadas en el documento La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir”, indicó.

En su presentación, Bourguignon distinguió entre dos instrumentos de protección social: los seguros sociales, como el seguro de desempleo y las pensiones, que dependen de la contribución individual a lo largo del tiempo, y la asistencia social – beneficios, subsidios o transferencias monetarias o en especies que no se respaldan en contribuciones previas.

A diferencia de la experiencia europea, dijo, en América Latina existe un déficit estructural en los seguros sociales, cuyo financiamiento a menudo descansa en la recaudación tributaria. En Perú, por ejemplo, el Estado debe subsidiar 89% de los seguros sociales, en Argentina 56% y en Brasil, 40%.

Mientras en Europa el gasto público en protección social como proporción del PIB es alrededor de 25%, en América Latina y el Caribe equivale a menos de 10%, aunque su estructura en cuanto a los instrumentos utilizados varía notablemente entre los países. Por ejemplo, en Uruguay, país que más se acerca a los niveles de gasto europeos, casi dos-tercios de la protección social se compone de seguros sociales, pero en Nicaragua, El Salvador y Honduras, los seguros sociales son casi inexistentes y la protección social se concentra en instrumentos de asistencia.

Los seguros sociales en la región están vinculados únicamente al empleo formal, dejando fuera a una gran parte de la población que vive de trabajos precarios o informales, dijo Bourguignon.

“La exclusión social viene del mercado laboral, y no sólo se soluciona con una protección social más generosa, sino con políticas para mejorar el ingreso al mercado laboral, aumentar el empleo o al menos desacelerar el desempleo,” agregó. (...)

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