El subempleo se apodera del mercado - Excélsior

El subempleo se apodera del mercado - Excélsior

orge Ramos

A pesar de la generación de 381 mil nuevos empleos en el sector formal durante los primeros cuatro meses del año, el número de personas ocupadas en actividades de la economía informal va en ascenso.

Según resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que dio a conocer en febrero el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de personas ocupadas en la economía informal ascendió a 12.6 millones en el periodo octubre-diciembre de 2009.

La cantidad equivale a casi 27 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) que ronda 47 millones; a 28.3 por ciento de la población ocupada que son 44 millones 535 mil personas, y ya es prácticamente igual al número de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social hasta marzo de 2010 que alcanzó 14 millones 341.

De acuerdo con el INEGI, el número de subocupados, “personas ocupadas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite”, creció de 8 a 9.6 por ciento de la población ocupada de febrero 2009 a febrero de 2010.

En números absolutos, el número de subocupados pasó de tres millones 535,314 personas en febrero de 2009 a cuatro millones 275,390 en febrero de este año.

Para Tomás Natividad, presidente de la Comisión Laboral de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), las estadísticas del INEGI son muy conservadoras. El experto estimó que el número de subocupados en la economía informal duplica al de trabajadores registrados en el IMSS.

Al hacerle notar que el INEGI reporta 12.6 millones de personas en la economía informal, Tomás Natividad, respondió: “Yo no se cómo llegan a esas cifras. Somos un país de más de 100 millones de habitantes, aproximadamente la mitad conforman la Población Económicamente Activa y solamente hay 14 millones en el Seguro Social y cuatro millones y medio en el aparato estatal, ejército y marina, entonces, lo que sobra, más de 30 millones están en la informalidad”.

Jesús Cuauhtémoc Téllez, profesor e investigador del Departamento de Finazas y Economía del Instituto Tecnológico y Estudios Superiores de Monterrey, campus Estado de México, coincidió en que las cifras oficiales reflejan incapacidad de la economía mexicana para generar empleo formal, de calidad y bien remunerado.

En entrevista con Excélsior, advirtió que el subconjunto de la PEA que se encuentra subocupada podría ser mayor a 9.6 por ciento reportado por el INEGI en febrero y estimó con base en mediciones propias que habría llegado a 11 por ciento en marzo y a 28 por ciento en el acumulado histórico. “En mi perspectiva se ve un nivel de subempleo mayor, estoy viendo una tasa de 11 por ciento en el mes de marzo”, dijo.

Profesionistas
Héctor Márquez Pitol, director Comercial de Manpower México, hizo notar que las 12 millones 600 mil personas que se encuentran en la economía informal es un número prácticamente igual al de trabajadores registrados en el IMSS y advirtió que la informalidad, considerada “válvula de escape”, no beneficia al país.

El ejecutivo de la firma líder en la industria de recursos humanos a nivel global, afirmó que los jóvenes profesionistas recién egresados de las universidades y sin experiencia laboral son los más propensos a emplearse en puestos distintos al perfil de la carrera que cursaron y por un bajo salario.

“Hay gente que termina su maestría, no tiene trabajo y se ofrece por un salario que a veces es menor al de un chofer o cualquiera otra profesión que teóricamente no tiene una buena preparación”.

Lorena Escobar, directora de Reclutamiento Estratégico de la misma empresa, confirmó que prácticamente todos los profesionistas egresados de las universidades, aun con título académico, son los más propensos a cubrir posiciones de menor rango e ingreso.

Dio a conocer que muchas de las personas que se emplean por entre 6 y 8 mil pesos en puestos que no corresponden a su preparación académica.

¿Dónde están?
Teresa Estela Vicente Elizalde es técnica en Trabajo Social egresada del CETIS 5, de la SEP, pero no ejerce su profesión. Trabaja como secretaria en la Oficialía Conciliadora y Calificadora del Ayuntamiento de Ecatepec, ubicada en la colonia Granjas Valle de Guadalupe de ese municipio.

Ella percibe un salario bruto de seis mil 500 pesos mensuales pero menos impuestos recibe cinco mil 400 pesos netos al mes que le resultan insuficientes para cubrir el gasto familiar, por lo que se ve en la necesidad de realizar labores adicionales. Es dueña de cuatro juegos inflables que renta en 500 pesos cada uno para fiestas infantiles, vende carne enchilada y álbumes fotográficos.

Jorge Édgar García Pérez es Ingeniero Industrial egresado del Instituto Politécnico Nacional. Trabaja como tal, con categoría Senior para ALCATEL por un salario bruto de 13 mil 900 pesos mensuales y los sábados en un tianguis por 680 pesos libres al mes.

Su doble jornada comenzó hace dos años y medio, a consecuencia de un sobreendeudamiento con bancos.

Recuerda que durante la parte más aguda de su crisis, en junio de 2007, trabajaba los dos días del fin de semana en los tianguis.

A pesar de la generación de 381 mil nuevos empleos en el sector formal durante los primeros cuatro meses del año, el número de personas ocupadas en actividades de la economía informal va en ascenso.

Según resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que dio a conocer en febrero el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de personas ocupadas en la economía informal ascendió a 12.6 millones en el periodo octubre-diciembre de 2009.

La cantidad equivale a casi 27 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) que ronda 47 millones; a 28.3 por ciento de la población ocupada que son 44 millones 535 mil personas, y ya es prácticamente igual al número de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social hasta marzo de 2010 que alcanzó 14 millones 341.

De acuerdo con el INEGI, el número de subocupados, “personas ocupadas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite”, creció de 8 a 9.6 por ciento de la población ocupada de febrero 2009 a febrero de 2010.

En números absolutos, el número de subocupados pasó de tres millones 535,314 personas en febrero de 2009 a cuatro millones 275,390 en febrero de este año.