El nivel fue la mitad del registrado en el mismo lapso por su vecino Estados Unidos
CIUDAD DE MÉXICO. Puede que en Brasil o en Estados Unidos alguien sea un desempleado, pero seguramente en México esa persona tendría trabajo. Y no es porque el mercado laboral mexicano atraviese un buen momento. Se trata de una cuestión de mediciones que ha hecho fruncir el ceño a analistas económicos y que aviva la histórica desconfianza sobre la tasa de desempleo local.
Luego de que México sufriera el año pasado su peor recesión económica en décadas, los especialistas no creen que el nivel de desempleo de 4.8% reportado oficialmente en diciembre pasado en México, la menor tasa de Latinoamérica, sea realista.
El nivel fue la mitad del registrado en el mismo lapso por su vecino Estados Unidos. Brasil, la mayor economía de Latinoamérica y una de las mejor posicionadas para la recuperación entre los mercados emergentes, reportó un desempleo mayor, con 6.8 por ciento.
Incluso en Argentina, donde las cifras oficiales son cuestionadas abiertamente por analistas ante sospechas de manipulaciones por parte del Gobierno, la tasa de desempleo al cuarto trimestre fue bastante más alta, con 8.4 por ciento.
“En México es muy complicado medir el empleo y no hay forma de tener una idea clara de lo que ocurre”, dijo Macario Schettino, analista económico independiente y profesor del Tecnológico de Monterrey. “Es una cifra que en México no tiene ningún sentido”, agregó.
Parte del problema es que, por ejemplo, México define como “trabajador por su cuenta” a cualquier adolescente que por varias semanas consiga unas monedas limpiando parabrisas de autos.
Tampoco entran en las estadísticas de desempleo cualquier persona de 14 años o más años que aunque no cuente con empleo, tenga intención de hallar uno. Según la metodología del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es un “trabajador virtual”. No hubo funcionarios de la institución disponible para hacer comentarios.
Y esa es la variable que hace más ruido y difiere con las definiciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de referencia en la región. “Las tasas de desempleo en México han sido históricamente bajas en contraste con otros países vecinos y de otros miembros de la OCDE”, dijo Pascal Marianna, de la dirección de Empleo y Asuntos Sociales del organismo, con sede en París.
Una de las razones que explica esto, según Marianna, es la cantidad de gente trabajando en la informalidad. México es un país que vive en gran medida de su economía informal y eso complica las mediciones precisas. Proyecciones oficiales aseguran que 28% de la gente considerada empleada trabaja en la economía informal, que incluye desde puestos callejeros hasta vendedores ambulantes.
Durante sus primeros meses de Gobierno en el 2006, el Presidente Felipe Calderón prometió crear un millón de puestos de trabajo al año, e incluso durante su campaña dijo que sería el “mandatario del empleo”, pero hasta ahora no pudo lograrlo.
Mirando otros números
Ante la diferencia en las definiciones, los analistas optan por mirar otro registro: el número de personas inscritas en los registros de seguridad social, una obligación que tienen las empresas al contratar a una persona.
El Gobierno usa las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como su termómetro del empleo, pero hasta dentro de las mismas cifras oficiales hay discrepancias.
Para la Secretaría del Trabajo México perdió 171 mil 713 empleos en el 2009, pero según la Secretaría de Hacienda la disminución de plazas fue de 181 mil 271 en todo el año.
“Hay muchas cosas que hay que tener cuidado”, dijo Jonathan Heath, director de Estudios Económicos en México del banco HSBC. “Realmente (...) los datos, nunca han tenido una gran credibilidad”, agregó.
Pero al menos las cifras coinciden en que el año pasado, cuando la recesión habría hecho contraer a la economía cerca de 7%, cientos de miles de mexicanos que ya tenían trabajo buscaron una salida laboral adicional y otros se sumaron a la economía informal.
“En esta ocasión lo que ocurrió fue que la gente fue haciendo un downgrade (rebaja): los que tenían un empleo con prestaciones pasaron a un empleo sin prestaciones; algunos sin prestaciones se volvieron informales y algunos informales se volvieron desempleados”, dijo Schettino.
México tiene a 45.7 millones de personas económicamente activas, de una población mayor a 107 millones.
Aunque se proyecta que la economía crezca este año entre 3 y 4%, los analistas esperan una recuperación lenta y una demora en la reactivación del empleo.
“Vamos a seguir recuperándonos, pero vamos a llegar a niveles de antes de la crisis con suerte hasta finales del 2011”, dijo Heath.
Luego de que México sufriera el año pasado su peor recesión económica en décadas, los especialistas no creen que el nivel de desempleo de 4.8% reportado oficialmente en diciembre pasado en México, la menor tasa de Latinoamérica, sea realista.
El nivel fue la mitad del registrado en el mismo lapso por su vecino Estados Unidos. Brasil, la mayor economía de Latinoamérica y una de las mejor posicionadas para la recuperación entre los mercados emergentes, reportó un desempleo mayor, con 6.8 por ciento.
Incluso en Argentina, donde las cifras oficiales son cuestionadas abiertamente por analistas ante sospechas de manipulaciones por parte del Gobierno, la tasa de desempleo al cuarto trimestre fue bastante más alta, con 8.4 por ciento.
“En México es muy complicado medir el empleo y no hay forma de tener una idea clara de lo que ocurre”, dijo Macario Schettino, analista económico independiente y profesor del Tecnológico de Monterrey. “Es una cifra que en México no tiene ningún sentido”, agregó.
Parte del problema es que, por ejemplo, México define como “trabajador por su cuenta” a cualquier adolescente que por varias semanas consiga unas monedas limpiando parabrisas de autos.
Tampoco entran en las estadísticas de desempleo cualquier persona de 14 años o más años que aunque no cuente con empleo, tenga intención de hallar uno. Según la metodología del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es un “trabajador virtual”. No hubo funcionarios de la institución disponible para hacer comentarios.
Y esa es la variable que hace más ruido y difiere con las definiciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de referencia en la región. “Las tasas de desempleo en México han sido históricamente bajas en contraste con otros países vecinos y de otros miembros de la OCDE”, dijo Pascal Marianna, de la dirección de Empleo y Asuntos Sociales del organismo, con sede en París.
Una de las razones que explica esto, según Marianna, es la cantidad de gente trabajando en la informalidad. México es un país que vive en gran medida de su economía informal y eso complica las mediciones precisas. Proyecciones oficiales aseguran que 28% de la gente considerada empleada trabaja en la economía informal, que incluye desde puestos callejeros hasta vendedores ambulantes.
Durante sus primeros meses de Gobierno en el 2006, el Presidente Felipe Calderón prometió crear un millón de puestos de trabajo al año, e incluso durante su campaña dijo que sería el “mandatario del empleo”, pero hasta ahora no pudo lograrlo.
Mirando otros números
Ante la diferencia en las definiciones, los analistas optan por mirar otro registro: el número de personas inscritas en los registros de seguridad social, una obligación que tienen las empresas al contratar a una persona.
El Gobierno usa las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como su termómetro del empleo, pero hasta dentro de las mismas cifras oficiales hay discrepancias.
Para la Secretaría del Trabajo México perdió 171 mil 713 empleos en el 2009, pero según la Secretaría de Hacienda la disminución de plazas fue de 181 mil 271 en todo el año.
“Hay muchas cosas que hay que tener cuidado”, dijo Jonathan Heath, director de Estudios Económicos en México del banco HSBC. “Realmente (...) los datos, nunca han tenido una gran credibilidad”, agregó.
Pero al menos las cifras coinciden en que el año pasado, cuando la recesión habría hecho contraer a la economía cerca de 7%, cientos de miles de mexicanos que ya tenían trabajo buscaron una salida laboral adicional y otros se sumaron a la economía informal.
“En esta ocasión lo que ocurrió fue que la gente fue haciendo un downgrade (rebaja): los que tenían un empleo con prestaciones pasaron a un empleo sin prestaciones; algunos sin prestaciones se volvieron informales y algunos informales se volvieron desempleados”, dijo Schettino.
México tiene a 45.7 millones de personas económicamente activas, de una población mayor a 107 millones.
Aunque se proyecta que la economía crezca este año entre 3 y 4%, los analistas esperan una recuperación lenta y una demora en la reactivación del empleo.
“Vamos a seguir recuperándonos, pero vamos a llegar a niveles de antes de la crisis con suerte hasta finales del 2011”, dijo Heath.
CRÉDITOS: Reuters / SERM Hoy 06:47 hrs
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