La crisis fuerza a 5.000 cordobeses a ofrecerse como empleados de hogar en sólo seis meses - Cordoba - Cordoba - ABC.es
RAFAEL A. AGUILAR. CÓRDOBA
Miércoles , 16-12-09
Al menos 5.000 cordobeses se han ofrecido en los últimos seis meses para trabajar como empleados del hogar. Nótese el masculino genérico -empleados- en detrimento del femenino, porque la crisis ha convertido al sector doméstico en una de las tablas de salvación de los ciudadanos que han caído en las listas del paro, sean varones o mujeres.
El dato lo aportó ayer Antonia González Ríder, presidenta de la asociación Opción Luna, una de las más activas de la provincia en el empeño por dignificar a este colectivo de trabajadores. «Desde hace por lo menos seis meses recibimos una media de 25 o 30 llamadas por jornada de personas que se interesan por un puesto en una casa, y lo terrible es que se trata de gente que, en la mayoría de los casos, nunca se les había planteado una situación familiar tan crítica como para barajar este tipo de empleo», subraya González Ríder, que participó en la presentación del informe «Servicio doméstico y ayuda a domicilio en Córdoba». Este documento está auspiciado por el Defensor del Ciudadano, cuyo titular es Francisco García Calabrés.
La responsable de Opción Luna recalcó los dos cambios fundamentales que ha sufrido el sector a cuenta de la recesión. «El primero es que los hombres, por primera vez, han aceptado empleos de hogar», indicó. En muchos casos se trata de labores relacionadas con la jardinería y con los cuidados y mantenimiento de la vivienda, pero ya no es una excepción que digan que sí a una oferta para limpiar un domicilio.
La segunda transformación en este gremio a cuenta de las dificultades económicas es que las mujeres nacionales han accedido, por imperativos de su economía familiar, a ser internas, esto es, a pernoctar en los domicilios que atienden. «Esto es una novedad, porque hasta ahora las empleadas del hogar que solían dormir en las casas en las que prestan sus servicios eran, en gran parte, de origen extranjero: pero a las españolas no les ha quedado otro remedio que asumir las tareas que sea con tal de ganarse un sueldo», suscribe en este punto Antonia González Ríder.
Sobre la avalancha de peticiones de trabajo como empleadas del hogar hay que hacer varias precisiones. Una es que las 5.000 citadas al comienzo de este texto corresponden sólo a las que ha tramitado Opción Luna, por lo que hay que presuponer que se contarán bastantes más en otras entidades.
La segunda puntualización tiene que ver con la situación de precariedad y desregularización que lastra al sector. Porque esas 5.000 demandas de trabajo se han tramitado por una vía informal, esto es, llamando por teléfono o dirigiéndose en persona a una asociación que actúa de nexo de unión entre los empleadores y los demandantes. Pero no a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).
En este organismo de la comunidad autónoma sólo había registradas en mayo 548 personas que solicitaban un puesto laboral como trabajadores domésticos, de las cuales 516 eran mujeres y 32 hombres. El desfase entre estas cifras y las 5.000 que aporta la Opción Luna tiene una explicación sencilla: la economía sumergida. En este sentido, el Defensor del Ciudadano resaltó ayer que «el 83 por ciento de la actividad en el empleo del hogar» está fuera de los cánones normalizados para el resto de las profesiones.
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