La Paz - Bolivia.- El contrabando se incrementa aproximadamente en 1.200 millones de dólares por año, en las últimas gestiones, generando una deuda impositiva de 267 millones de dólares y la pérdida de 200 mil fuentes de empleo, según las investigaciones realizadas por IBCE-CEPB.
Los datos proporcionados por las fuentes evidencian que el contrabando de importación se duplicó desde su última medición en 2006. El promedio entre los años 2007 y 2008 llegó a 1.200 millones de dólares, superando el monto mínimo estimado de 1.000 millones y aproximándose el máximo de 1.300 millones, (basándose en 3 métodos de cálculo), expresa la medición estadística.
El contrabando, representa más de un tercio de las importaciones legales del país y su ponderación subió a un 10% del Producto Interno Bruto boliviano. Esta actividad se constituye en una amenaza real para la industria nacional y genera altas pérdidas económicas al Estado, por evasión impositiva.
El Estado deja de percibir tributos aduaneros, en cerca de 300 millones de dólares por año. Por otra parte más de 200 mil fuentes de empleo se perdieron por año a consecuencia del contrabando, por lo que más de un millón y medio de bolivianos han migrado al exterior en busca de trabajo, sólo en la presente década.
El problema de la economía informal, es la poca regulación y control sobre sus actividades, que la hace susceptible de caer en el contrabando, un tema muy delicado para Bolivia. Las estimaciones de 145 países del mundo afirman que somos el país con mayor informalidad en el mundo.
La actividad informal podría estar creciendo en todos los países del mundo, sin embargo, no hay pruebas para afirmar que algún país pueda duplicar su economía informal, como es el caso del contrabando, en tan sólo 3 años.
En el último periodo no se resolvieron las denuncias de contrabando, como es el caso de la ropa usada y otros artículos (electrodomésticos y otros), que se internan por las fronteras al país de manera ilegal.
Las denuncias ponen en alerta a los productores, ya que esta actividad ilícita amenaza a la industria nacional, no da alternativas a pequeña y micro empresa y se tiene menor crecimiento formal, lo que repercute en el incremento de los niveles de la delincuencia y el crecimiento de la pobreza.
El incumplimiento del ordenamiento (leyes, pagos de impuestos, vialidad, etc.) afecta la confianza, tranquilidad y la moral de la población, generando una crisis de valores y descontento en los emprendimientos nacionales.
El presidente de la Cámara de Despachantes de Aduanas, Pablo Mier Garrón, resaltó que todo ingreso por contrabando no sólo daña a los ingresos del erario nacional, sino que afecta directamente a los productores y exportadores, por la pérdida de mercados internos y la difícil posibilidad de competencia en precios.
El Diario
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