La Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (CONLACTRAHO) concluyó el pasado 25 de septiembre el Seminario Internacional sobre Procesos Institucionales y el Trabajo Decente para Trabajadoras del Hogar, iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En dicha actividad, unas 14 representantes de Brasil, México, Paraguay, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Chile, Argentina, Guatemala, Perú y Bolivia compartieron sus experiencias de organización.
Alcira Burgos, encargada del área de Derechos Humanos de la Confederación, informó que en Argentina hay alrededor de 1,2 millones de trabajadoras domésticas. “Con todos los parches que el gobierno ha ido dando, porque son parches y no convenios acordes a los derechos humanos que decimos enarbolar, solamente un 20 por ciento está trabajando en forma legal”.
Burgos sostuvo además que “no tenemos derecho a la maternidad, a una cobertura médica ante un accidente de trabajo o enfermedad. Aparte, se están dando violaciones a los derechos humanos porque nos están golpeando”. Por su parte, la representante de la Federación Nacional de Trabajadoras Asalariadas del Hogar de Bolivia (FENATRAHOB), Marina Salgado, informó que en su país existen al menos 150 mil trabajadoras del hogar. “Lamentablemente tengo que decir que muchas seguimos vulneradas en nuestros derechos. El trabajo que desarrollamos es digno y decente, pero en muchos países no toman en cuenta lo importante que somos en los hogares, porque si la empleadora no tuviera una trabajadora del hogar en su casa, ella no podría prestar sus servicios laborales y profesionales”, afirmó.
Salgado enfatizó sobre la trascendencia de la función social de estas mujeres que realizan oficios domésticos, muchas veces considerados menores por la sociedad: “Somos como unas segundas madres para los hijos de las empleadoras, tanto guiamos en el estudio, como damos un apoyo psicológico a los jóvenes que están dentro del hogar, porque los adolescentes nos confían más a nosotros lo que deberían confiarles a su papá y a su mamá. Como trabajadoras del hogar somos un sector bien importante para la sociedad, y por eso nos deberían tomar en cuenta todos los gobiernos de todos los países”, reafirmó.
Ruth Moreno, del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (SINTRACAP) de Chile, reconoció que “Tenemos bastantes leyes en Chile, algunas se cumplen, otras no. Tenemos libres los feriados y estamos luchando por las jornadas que son tan intensas: 16 horas o a veces más. Somos un sector tan importante en nuestra casa y donde trabajamos que si hiciéramos brazos caídos, todo un país se paralizaría, así que somos importantes todas nosotras”, subrayó.
Por su parte, Amalia Romero, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (SINTRADOP), denunció que en su país “somos discriminadas por ley, el trabajo doméstico es discriminado social, cultural y económicamente. En Paraguay al sector doméstico se le otorga sólo el 40 por ciento del salario mínimo legal”.
Antonia López, del Colectivo de Empleadas Domésticas de los Altos de Chiapas (CEDACH), comentó que están realizando jornadas de alfabetización para que las trabajadoras del hogar de esa zona de México aprendan a leer y tomen conciencia de sus derechos laborales.
Noticia de Rebanadas de Realidad.
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