'Perdería el IDE su razón de ser'

El IDE "perdería su razón de ser". A decir de especialistas fiscales en materia contable y del Derecho, el Impuesto a los Depósitos en Efectivos (IDE) sí tenía dedicatoria al momento de su aprobación, ahora de aprobarse las modificaciones para 2010 perdería su destinatario: combatir la informalidad.

Entrevistados por separado Rafael Saavedra Urbina, representante de la comisión local representativa ante la Administración General de Auditoría Fiscal Federal del Colegio de Contadores Públicos de La Laguna, y Arturo de la Rosa abogado fiscalista de Servilex, coincidieron en señalar que las modificaciones al IDE sólo afectan a los contribuyentes cautivos, a quienes por las características de su actividad captan gran parte de su ingreso en ventas en efectivo, pero que ya están registrados ante Hacienda.

El SAT se pronunció a favor de la creación de varios impuestos, entre ellos el IDE en 2007, con el fin de detectar a quienes operan en la informalidad y son evasores en el pago de impuestos. Mediante los depósitos en efectivos en cuentas bancarias, la autoridad fiscal busca aplicar una tasa impositiva y revisar a quienes realizarán fuertes sumas de depósitos en efectivo, pero sin estar dados de alta.

Sin embargo, De la Rosa afirma que la creación del IDE "nunca pudo tener esta finalidad" que tanto anunció el SAT. Asegura que desde un inicio si el gravamen tenía dedicatoria no era precisamente para atacar a la economía informal y aumentar la base de contribuyentes, sino que estaba dirigida a un segmento muy específico de contribuyentes, lo cual ya demostraba su inconstitucionalidad.

Por su parte Saavedra Urbina concluyó que "el IDE ya ha perdido su sentido, su razón de ser", es decir ser un gravamen para controlar y detectar a causantes evasores en el pago de impuestos.

La propuesta lejos de ampliar la base de contribuyentes mediante este mecanismo de fiscalización, ahora el planteamiento sólo busca recaudar mayores impuestos al modificar la tasa impositiva y bajar el monto del ingreso.

Por: VIRGINIA HERNÁNDEZ / EL SIGLO DE TORREÓN / TORREÓN