No cesan dificultades para conseguir trabajo en Cuenca

Aunque la tasa de desempleo subió en la capital azuaya, las de subempleo y la de ocupación plena muestran un mejor panorama, al menos eso dicen los indicadores del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos, INEC, del último trimestre.

Según estas estadísticas, a junio de 2009 el desempleo en Cuenca era del 4,5 por ciento, mientras en septiembre apareció en el 6,5 por ciento.
En el mismo trimestre, Quito subió del 5,2 al 6,1 por ciento, mientras en Guayaquil pasó del 12,6 al 13 por ciento.

Respecto a la tasa bruta de desempleo, Cuenca muestra una leve mejoría, disminuyó del 42,1 al 39 por ciento, en tanto la cifra de ocupación plena subió del 52,4 al 53,1 por ciento. La variación de desempleo en Quito fue mínima, cambió del 42,8 por ciento al 42,9. La ocupación plena decreció cuatro puntos: del 47,2 se estacionó en el 43,1.

Guayaquil casi no muestra variación en el porcentaje de subempleo, aumentó del 49,2 al 49,7. En ocupación plena redujo su índice de 37,7 a 36,2 por ciento.

El INEC advierte que el estudio se aplicó únicamente en el sector urbano, pero a nivel nacional, sin incluir a la región insular.

Para Pedro Ruiz Jaramillo, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Azuay, CAPIA, el aumento del desempleo tiene dos motivos fundamentales: el retorno de buen porcentaje de emigrantes y la reducción de personal que varias empresas han aplicado.

La CAPIA muestra un incremento en su número de socios, cerró 2008 con 189 pero ahora, a poco más de dos meses de concluir 2009, tiene 203 afiliados. Ruiz precisa que este aumento no es un reflejo de la realidad económica del país, sino consecuencia de la gestión de la institución.

“Tenemos más socios por los servicios que brindamos, por el asesoramiento que ofrecemos respecto a los créditos de la Corporación Financiera Nacional, CFN, etc.”, indica. El directivo opina que una pequeña industria en promedio emplea entre 10 y 15 personas.

El Servicio de Capacitación Profesional en Cuenca, SECAP, es una de las instituciones formativas con mayor índice de aseguramiento de empleo, así lo asegura Efrén Andrade, líder de desarrollo institucional del mencionado centro. “Un 95 por ciento de nuestros egresados cuentan con oportunidades de trabajo”, argumenta.

Andrade detalla que el SECAP maneja dos programas de instrucción: el formal y el informal; en el primero se admite a personas de 14 a 18 años y a bachilleres; los primeros obtienen el bachillerato, los otros un certificado de tecnólogos reconocido por el Ministerio de Relaciones Laborales, MRL.

La oferta de enseñanza consta de metalmecánica, electricidad y electrónica, mecánica automotriz, confecciones empresariales, madera y muebles, etc. “Los alumnos realizan pasantías en distintas fábricas de la ciudad, les abrimos una puerta de empleo; depende de su rendimiento el que se queden o no”, aclara Andrade.

Rubén Quishpi, líder de gestión operativa de la entidad, habla de la sección informal, que incluye cursos cortos y gratuitos para personas de sectores prioritarios o vulnerables: adolescentes de escasos recursos, desempleados, discapacitados y reclusos. Las especialidades son: agricultura, carpintería, agroindustria, confecciones, artesanías, entre otras.