La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), realizaron un estudio que evidencia el aumento del empleo informal en los países en desarrollo. Mismo que reduce la capacidad de las naciones para beneficiarse de la apertura del comercio y crea trampas de pobreza para los trabajadores en transición entre empleos. Los trabajadores informales carecen de seguridad laboral, tienen bajos ingresos y no poseen protección social.
Los niveles de informalidad varían entre países. En América Latina puede llegar al 30% y en países de África, el sur del Sáhara y de Asia meridional puede llegar a más del 80%. "Cuando se promueve la complementariedad entre objetivos de trabajo decente y de comercio, políticas financieras y políticas aplicables al mercado de trabajo, los países tienen perspectivas mucho mejores de beneficiarse de la apertura del comercio, promover la dimensión social de la globalización y hacer frente a la crisis actual", afirmó Juan Somavía, Director General de la OIT. Esto respalda lo dicho por el G20 de aplicar planes de recuperación que apoyen el trabajo decente, contribuyan a preservar puestos de trabajo y den prioridad al aumento del empleo.
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