La actividad de vendedor ambulante fijo o semifijo aumentó hasta tres veces en avenidas, cruceros y en colonias ubicadas en toda la ciudad, situación que rebasó a la Dirección municipal de Comercio para poder controlarlos, afirmó ángel Olivas Rico, titular de esa dependencia.
La venta de tacos, hamburguesas, menudo, flautas y hot dogs, incluso clamatos, paella y pan dulce, se incrementó en los últimos meses en avenidas y calles principales de fraccionamientos y colonias por todos los rumbos.
Los semifijos se instalan en puestos, mesas y hasta autos para ofrecer los productos en la vía pública, con mayor presencia en las noches y fines de semana.
Aparte, en los cruceros también se elevó el número de ambulantes que durante el día venden a los conductores fruta, verduras, paletas de hielo, dulces, cuadros, juguetes y demás artículos, afirmó la Dirección de Comercio.
Olivas Rico explicó que la dependencia tiene un padrón de 14 mil ambulantes fijos o semifijos que han acudido a darse de alta, pero en la realidad la cantidad de comerciantes que trabajan en la vía pública es el doble o triple, es decir que puede llegar a 42 mil informales.
“No es correcto que tengamos nomás un registro de 14 mil comerciantes si vemos en la calle la existencia de gran cantidad de gente que se dedica al comercio; muchas familias que sacan a su cochera o a su banqueta artículos a vender de los que ya no les sirven o bien ofertan productos alimenticios como enchiladas, menudo, pozole, gorditas y otro tipo de productos”, mencionó.
Afirmó que desde el año pasado empezó a aumentar el ejercicio de esta actividad.
Desde que inició la crisis económica se aprecia que hay más negocios cerrados y por consecuencia más ciudadanos desocupados.
“Entonces forzosamente se ve incrementada la actividad informal en las casas, en los cruceros, en las calles, en todas partes”, esto ante la incapacidad de la dependencia de poder controlarlos porque apenas cuenta con 23 inspectores que sólo trabajan en el día, por lo que en las noches están totalmente rebasados, indicó Olivas Rico.
De hecho, de los 14 mil vendedores registrados, únicamente mil 350 han renovado su permiso este año, 4 mil suspendieron el trámite y el resto, incluso los que cancelaron la gestión, pueden estar operando sin actualizar su licencia, dijo el funcionario.
Agregó que es “obvio” que la gran mayoría de los ambulantes trabaja sin anuencia de la Dirección de Comercio, pese a que la dependencia exhorta a que se regularicen.
Olivas explicó que los 23 inspectores conminan constantemente a los vendedores que detectan sin licencia a que la tramiten, y al momento de encontrarlos les cobran un permiso por un día, cuyo costo es de 141 pesos.
Por esta actividad la dependencia recaudó en agosto 236 mil pesos de mil 673 licencias por un día, lo que significan 55 diarias.
“Los invitamos a regularizarse porque el permiso anual les cuesta más barato que pagar 141 pesos cada vez que nos los encontremos”, comentó.
Carlos Chávez trabajaba en una agencia de autos seminuevos, pero debido a que en el último año no tenía clientes, decidió renunciar y ponerse a vender en la entrada de su fraccionamiento, al sur de la ciudad, artículos para el hogar como floreros y muebles de madera.
“Algo tengo que hacer, y aquí me ha ido regular, hay días malos, pero sino ya se me ocurrirá vender otra cosa”, mencionó.
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