Silvia Stang
LA NACION
El Gobierno admitió días atrás un alza del índice de desocupación, pero los datos de la encuesta de hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) no reflejan que se haya destruido empleo en el último año. Muy distinta es la visión de algunos analistas privados, que sostienen que sí existió pérdida neta de empleos y que, por lo tanto, la desocupación es mayor que la informada. Hay quienes ubican el índice entre el 10 y el 12%, y estiman que seguirá elevándose, aunque levemente (por lo que, según las estimaciones promedio, el año podría cerrar con una tasa cercana a esos mismos valores).
Esos índices reflejarían que los desocupados en los centros urbanos del país serían entre 1,65 y 1,95 millones, bastante más que los 1,43 millones que surgen del 8,8% estimado por el Indec para el segundo semestre del año.
En otras palabras: con los números del Indec, podría concluirse que si el desempleo creció fue porque la economía no logró crear un número de empleos equivalente a la cantidad de personas que se sumaron al grupo de quienes buscan trabajo. Entre 2008 y 2009, no se elevó el porcentaje de la población que dice ser activa, pero sí el número absoluto de personas, por el crecimiento de la población en general. Los analistas lo ven diferente.
La crisis también tiene su reflejo en el crecimiento del subempleo, que refleja el porcentaje de personas que están ocupadas, pero menos de 35 horas por semana. En el último año, según el Indec, ese índice creció del 8,6 al 10,6% de la población activa. La subocupación tiene que ver, en muchos casos, con tareas desarrolladas por cuentapropistas, con frecuencia en los sectores socioeconómicos más bajos.
Pero también existe por estos días la realidad de las empresas formales que redujeron las horas de trabajo: ese factor, que permite afrontar un eventual repunte de la actividad sin nuevas contrataciones, se convierte en una de las razones por las cuales la recuperación del empleo tiene un rezago respecto de la marcha de la actividad. Varios economistas advierten que el desempleo seguiría en ascenso en lo que resta del año, aun cuando se comenzara a producir más.
Según un informe del Indec sobre obreros ocupados por la industria, en el segundo trimestre del año la cantidad de horas trabajadas cayó en promedio el 8,8% respecto de igual período de 2008, y la cantidad de obreros se redujo en el 5,3 por ciento.
Este último dato marca, según la consultora SEL -que, basándose en una encuesta propia, ubica en el 10,5% el desempleo del área metropolitana-, una "discordancia" de la encuesta de hogares con otras estadísticas públicas. Para Ernesto Kritz, director de SEL, es muy improbable que la pérdida de puestos en la industria y en la construcción haya sido compensada con una fuerte creación de puestos en sectores de servicios.
De acuerdo con datos del Indec, por ejemplo, la cantidad de puestos en los supermercados tuvo leves bajas en los primeros seis meses del año, mientras que cifras de la AFIP que muestran la cantidad de trabajadores declarados por las empresas no muestran que los servicios hayan creado una cantidad significativa de empleos.
A la esperaLas cifras del Instituto de Estadística y Registro de la Construcción dan cuenta de una baja interanual de ocupados en ese sector, del 12,7% en el bimestre mayo y junio. De todas formas, en ese organismo destacan que esos meses fueron los mejores de este año y que se recortó la tasa de caída interanual del empleo.
Juan Luis Bour, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), estimó que el desempleo se ubicaría a fines de año en alrededor de un 11,2%, si se parte de un nivel actual de algo más del 10 por ciento.
El economista explicó que a partir de este trimestre podría verse una recuperación de la actividad, aunque bastante débil, y estimó que este año cerraría con una caída del 5% del producto, mientras que en 2010 podría haber un avance del 2,6 por ciento. Pero para ver una repercusión en el empleo, habrá que esperar. Según estimó, podría haber tres trimestres más con un alza del desempleo, pero sin caída abrupta de puestos. "El empleo no parece haberse desplomado", analizó.
En el Estudio Ferreres, estiman que la caída del nivel de actividad, del 5,6% en los seis primeros meses del año, hizo que la desocupación se encontrara en alrededor del 12%, nivel que coincide con el que surge de una encuesta del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (que muestra que los pobres y los informales son los más afectados). La economista Mercedes Gismondi afirmó que, aunque se prevea para los próximos meses un recorte de la baja de la actividad, el año cerraría con un desempleo mayor, por el rezago de la respuesta del mercado laboral.
Gismondi agregó que el alza del desempleo podría estar atenuado por planes como el Repro (el Estado subsidia a empresas para que no despidan), cuyo número de beneficiarios ronda los 100.000, y agregó que aún no es posible evaluar los efectos del plan oficial de creación de cooperativas porque no se especificó cómo se pondrá en marcha.
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