El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, en entrevista con OPINIÓN, minimizó los efectos de la crisis internacional en Bolivia, sin embargo reconoció que las exportaciones y las remesas bajarán aún más porque dependen de factores externos, como el precio internacional de los minerales y el desempleo en otros países.
La autoridad reiteró además que el país no está en un período de deflación, sino de ajuste de precios y que lo peor de la crisis internacional ya pasó.
OPINIÓN: ¿Cómo se puede resumir el estado de la economía boliviana?
LUIS ARCE CATACORA: Los datos y las cifras al primer cuatrimestre son muy positivas: Las reservas internacionales siguen subiendo; la balanza comercial es muy positiva; todavía tenemos superávit fiscal; los depósitos en bolivianos están aumentando, los créditos van actualizándose y creciendo.
Sin embargo, hay algunas reducciones que debemos ver, como las exportaciones que han caído pese a que hay superávit comercial.
O: ¿Cómo evalúa el proceso de bolivianización de la moneda?
L.A.: Continuamos con los incentivos a los depósitos en bolivianos, creemos que en el sistema financiero debe haber un mayor uso de la moneda nacional.
Nuestra sugerencia a la población boliviana, en este caso, la cochabambina, es que realicen un mayor depósito en bolivianos al sistema bancario.
Queda claro que la tasa de intereses en bolivianos, hoy por hoy, genera un mayor rendimiento que en dólares.
O: ¿Qué incentivos específicos tiene el Gobierno en este plan?
L.A.: Para incentivar el depósito en bolivianos el Gobierno está generando una línea de crédito a través del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) en bolivianos, que será canalizada a través de sistema financiero con tasas de interés muy convenientes, con plazos de hasta 12 años con dos años de gracia. Es decir, que la persona que se preste dinero no pagará capital en los primeros dos años, sólo intereses. A partir del tercer año recién, el sector productivo pagará su crédito.
Queremos que este proceso se profundice más para generar condiciones para el sector productivo en el país, para promover inversiones y desarrollo.
O.: ¿Qué pasa con el dólar?
L.A.: Hemos explicado con bastante detalle que el dólar está más débil en el escenario internacional, producto de esa debilidad, el petróleo está subiendo cada vez más que hoy (ayer) ha sobrepasado los 69 dólares por la debilidad de esa moneda.
O.: ¿Si el boliviano está fortalecido, por qué han subido los precios de los productos como el pan?
L.A.: La respuesta es muy sencilla, ya que el pan debería bajar de precio, como ha bajado el aceite y otros productos. Queda claro que el pan tiene que bajar de precio. En 2008 el precio del barril de petróleo batió todos sus récords, entonces toda esa presión inflacionaria que hubo, los decimos oficialmente, se desinfló.
En consecuencia, los precios de los productos en el país tienen que ir bajando, en la medida, por ejemplo, que los precios de los productos importados también están bajando.
O.: ¿Esto significa que hay deflación?
L.A.: No, definitivamente debemos desechar esa posibilidad. La deflación es cuando los precios bajan significativamente, pero lo que está pasando en Bolivia es un ajuste de precios.
Los precios subieron vertiginosamente en 2008, las amas de casa lo sintieron, pero también dijimos que los precios, paulatinamente, bajarán y ese ajuste de precios es el que estamos experimentado ahora.
Se habla de deflación cuando los precios bajan de precio doce meses consecutivos, es decir cuando el promedio de la tasa es negativa. En la actualidad, tenemos un promedio de 3.5 por ciento, por lo tanto, no estamos en deflación.
Entre enero y junio, por ejemplo, el precio del petróleo se ha duplicado.
O.: ¿Los efectos de la crisis económica internacional?
L.A.: No se ha sentido, no fue significativo en el país. Estamos blindados.
O.: ¿Sin embargo, la exportaciones están bajando?
L.A.: Sin duda, lo dijimos en su momento, cuando estalló la crisis financiera hablamos de dos olas (etapas) que tiene el efecto de la crisis.
La primera etapa tiene que ver con la crisis financiera, pero Bolivia estaba blindada y se corroboró porque no hay ninguna institución financiera que haya tenido problemas y haya quebrado por los efectos de la crisis financiera internacional.
En la segunda etapa de la crisis, también lo dijimos, es la modificación de los precios internacionales. Los precios del sector minero, por ejemplo se modificaron.
Las exportaciones que casi llegaron a 6.900 millones el año pasado (2008) todo un récord, pero que se están viendo afectadas y se prevé que se reduzcan en un poco más de 1.500 millones, producto de lo que está ocurriendo en el mercado internacional y la reducción de su demanda. Por lo tanto, no debe extrañar esta reducción.
O.: ¿En qué estado está el superávit fiscal?
L.A.: Bolivia continúa con superávit en la balanza comercial, pese a la disminución de las exportaciones. Eso es muy positivo porque las reservas siguen subiendo y nos aproximamos a niveles históricos.
Los resultados macroeconómicos, pese a la crisis, siguen siendo muy positivos para la economía boliviana.
O.: ¿A cuánto asciende el presupuesto del Estado boliviano?
L.A.: Estamos encima de los 1.800 millones de bolivianos.
O: ¿Cuál es la perspectiva económica para el segundo semestre?
L.A.: Estamos muy optimistas. En el primer semestre las cifras fueron muy positivas, en el segundo semestre esperamos la misma proyección.
Los mercados internacionales se han reactivado, como el precio del petróleo, del estaño, la soya. En efecto, los precios de nuestros productos están más estables.
Hay una reacción muy positiva. Yo dije hace dos semanas que lo peor de las crisis ya pasó y el Banco Central de Bolivia corroboró esa perspectiva económica.
Pero tampoco vamos a llegar obviamente a los niveles de 2008, que va ha ser recordado como el año de los récords en economía.
O.: ¿Cuál es el nivel de desempleo en Bolivia?
L.A.: Hay desempleo. Si uno mira a 2005 y 2006 ha bajado el desempleo, pero tenemos planes de emergencia.
Felizmente el sector minero está trabajando. El mayor flujo de desempleo se da precisamente en el sector minero, que ha absorbido mucha mano de obra, pero los precios de los minerales no bajaron.
Ahora, el sector de la minería no es sólo rentable sino que tiene mucha perspectiva, entonces no se está generando el desempleo anunciado.
O.: ¿Por qué las remesas de los emigrantes bajaron?
L.A.: Las remesas de los bolivianos en el exterior cayeron en un 9 por ciento producto de la crisis internacional, pero está cifra está en las proyecciones del Gobierno. Tenemos calculado que caerá en un 11 y 12 por ciento hasta fin de año.
O.: ¿Qué significa eso para Bolivia?
L.A.: Mire, de los 1.000 millones de dólares, equivalente al 100 por ciento de las remesas, cuanto significa en promedio 11 por ciento, se pierden 100 millones de dólares, pero el resto, 900 millones, llegarán.
Viendo las cifras soy muy optimista, porque no hemos visto grandes efectos de la crisis, grandes cambios que puedan inquietar al Gobierno.
O.: ¿Algunos analistas piensan que la economía boliviana está basada en el contrabando, el narcotráfico y el comercio informal, qué piensa usted?
L.A.: No, para nada… es un tema político.
Cuando ellos eran Gobierno, el narcotráfico era fundamental para la provisión de dólares. En esa época teníamos un banco con 600 y 800 millones de dólares de reserva, entonces la economía estaba basada en la droga y la actividad informal.
Ahora, estamos frente a unas reservas que tiene 6.900 millones de dólares. Nos ubicaremos en los números, las cifras no mienten (se ríe).
La economía del narcotráfico dejó hace rato de ser el pilar fundamental de la economía para el país.
Hasta las remesas de los trabajadores, hoy, es más importante que la actividad del narcotráfico.
O.: ¿Dependemos completamente de los recursos naturales?
L.A.: Es una etapa que no la hemos podido revertir, seguimos dependiendo del sector primario de los hidrocarburos. Pero hemos dado pasos muy alentadores para mejorar este proceso. Ejemplo, el caso de El Mutún, que nos permite entrar en el mercado de la siderurgia.
Este año empezarán las exportaciones de hierro en bruto, paulatinamente se diversificará el producto en tres y cuatro años. Por lo tanto, ya hemos entrado en el tema de la industrialización del hierro.
A esto se debe sumar la industrialización del gas con la planta separadora de líquidos. Ya no vamos a vender el gas como en el pasado, como por ejemplo, a un dólar el precio del metro cúbico a la Argentina con el pretexto de un gas solidario.
Con la planta separadora de líquidos vamos a diversificar y vamos a vender más derivados.
Nosotros nos quedaremos con los líquidos para producir gasolina.
O.: ¿Cómo percibe la economía a corto, mediano y largo plazo?
L.A.: El plan de corto plazo ya se viene ejecutando desde el año pasado. Está claro a dónde vamos en economía política, estamos entrando gradualmente a la etapa de la industrialización, defendiendo a la industria boliviana, de ahí los conflictos de la ropa usada y con los vehículos usados.
De ese modo estamos dando poco a poco la dignidad a la economía nacional y con el Banco de Desarrollo Productivo vamos a crear por primera vez un perfil económico productivo al país.
El BDP ha prestado más de 150 millones de dólares, creando más 350 mil empleos.
O.: ¿El remplazo de billetes es algo previsto y normal?
L.A.: Es absolutamente normal, por el uso de los billetes ya que se gastan y este desgaste hace que se requiera el cambio del material.
O.: ¿Hay escasez de monedas en el mercado?
L.A.: No, no hay escasez. El Banco Central de Bolivia ha tomado las previsiones. Es más, ahora les está obligando a los bancos a fraccionar los billetes como en los cajeros, que ahora tendrá un monto mínimo, 20 bolivianos.
La autoridad reiteró además que el país no está en un período de deflación, sino de ajuste de precios y que lo peor de la crisis internacional ya pasó.
OPINIÓN: ¿Cómo se puede resumir el estado de la economía boliviana?
LUIS ARCE CATACORA: Los datos y las cifras al primer cuatrimestre son muy positivas: Las reservas internacionales siguen subiendo; la balanza comercial es muy positiva; todavía tenemos superávit fiscal; los depósitos en bolivianos están aumentando, los créditos van actualizándose y creciendo.
Sin embargo, hay algunas reducciones que debemos ver, como las exportaciones que han caído pese a que hay superávit comercial.
O: ¿Cómo evalúa el proceso de bolivianización de la moneda?
L.A.: Continuamos con los incentivos a los depósitos en bolivianos, creemos que en el sistema financiero debe haber un mayor uso de la moneda nacional.
Nuestra sugerencia a la población boliviana, en este caso, la cochabambina, es que realicen un mayor depósito en bolivianos al sistema bancario.
Queda claro que la tasa de intereses en bolivianos, hoy por hoy, genera un mayor rendimiento que en dólares.
O: ¿Qué incentivos específicos tiene el Gobierno en este plan?
L.A.: Para incentivar el depósito en bolivianos el Gobierno está generando una línea de crédito a través del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) en bolivianos, que será canalizada a través de sistema financiero con tasas de interés muy convenientes, con plazos de hasta 12 años con dos años de gracia. Es decir, que la persona que se preste dinero no pagará capital en los primeros dos años, sólo intereses. A partir del tercer año recién, el sector productivo pagará su crédito.
Queremos que este proceso se profundice más para generar condiciones para el sector productivo en el país, para promover inversiones y desarrollo.
O.: ¿Qué pasa con el dólar?
L.A.: Hemos explicado con bastante detalle que el dólar está más débil en el escenario internacional, producto de esa debilidad, el petróleo está subiendo cada vez más que hoy (ayer) ha sobrepasado los 69 dólares por la debilidad de esa moneda.
O.: ¿Si el boliviano está fortalecido, por qué han subido los precios de los productos como el pan?
L.A.: La respuesta es muy sencilla, ya que el pan debería bajar de precio, como ha bajado el aceite y otros productos. Queda claro que el pan tiene que bajar de precio. En 2008 el precio del barril de petróleo batió todos sus récords, entonces toda esa presión inflacionaria que hubo, los decimos oficialmente, se desinfló.
En consecuencia, los precios de los productos en el país tienen que ir bajando, en la medida, por ejemplo, que los precios de los productos importados también están bajando.
O.: ¿Esto significa que hay deflación?
L.A.: No, definitivamente debemos desechar esa posibilidad. La deflación es cuando los precios bajan significativamente, pero lo que está pasando en Bolivia es un ajuste de precios.
Los precios subieron vertiginosamente en 2008, las amas de casa lo sintieron, pero también dijimos que los precios, paulatinamente, bajarán y ese ajuste de precios es el que estamos experimentado ahora.
Se habla de deflación cuando los precios bajan de precio doce meses consecutivos, es decir cuando el promedio de la tasa es negativa. En la actualidad, tenemos un promedio de 3.5 por ciento, por lo tanto, no estamos en deflación.
Entre enero y junio, por ejemplo, el precio del petróleo se ha duplicado.
O.: ¿Los efectos de la crisis económica internacional?
L.A.: No se ha sentido, no fue significativo en el país. Estamos blindados.
O.: ¿Sin embargo, la exportaciones están bajando?
L.A.: Sin duda, lo dijimos en su momento, cuando estalló la crisis financiera hablamos de dos olas (etapas) que tiene el efecto de la crisis.
La primera etapa tiene que ver con la crisis financiera, pero Bolivia estaba blindada y se corroboró porque no hay ninguna institución financiera que haya tenido problemas y haya quebrado por los efectos de la crisis financiera internacional.
En la segunda etapa de la crisis, también lo dijimos, es la modificación de los precios internacionales. Los precios del sector minero, por ejemplo se modificaron.
Las exportaciones que casi llegaron a 6.900 millones el año pasado (2008) todo un récord, pero que se están viendo afectadas y se prevé que se reduzcan en un poco más de 1.500 millones, producto de lo que está ocurriendo en el mercado internacional y la reducción de su demanda. Por lo tanto, no debe extrañar esta reducción.
O.: ¿En qué estado está el superávit fiscal?
L.A.: Bolivia continúa con superávit en la balanza comercial, pese a la disminución de las exportaciones. Eso es muy positivo porque las reservas siguen subiendo y nos aproximamos a niveles históricos.
Los resultados macroeconómicos, pese a la crisis, siguen siendo muy positivos para la economía boliviana.
O.: ¿A cuánto asciende el presupuesto del Estado boliviano?
L.A.: Estamos encima de los 1.800 millones de bolivianos.
O: ¿Cuál es la perspectiva económica para el segundo semestre?
L.A.: Estamos muy optimistas. En el primer semestre las cifras fueron muy positivas, en el segundo semestre esperamos la misma proyección.
Los mercados internacionales se han reactivado, como el precio del petróleo, del estaño, la soya. En efecto, los precios de nuestros productos están más estables.
Hay una reacción muy positiva. Yo dije hace dos semanas que lo peor de las crisis ya pasó y el Banco Central de Bolivia corroboró esa perspectiva económica.
Pero tampoco vamos a llegar obviamente a los niveles de 2008, que va ha ser recordado como el año de los récords en economía.
O.: ¿Cuál es el nivel de desempleo en Bolivia?
L.A.: Hay desempleo. Si uno mira a 2005 y 2006 ha bajado el desempleo, pero tenemos planes de emergencia.
Felizmente el sector minero está trabajando. El mayor flujo de desempleo se da precisamente en el sector minero, que ha absorbido mucha mano de obra, pero los precios de los minerales no bajaron.
Ahora, el sector de la minería no es sólo rentable sino que tiene mucha perspectiva, entonces no se está generando el desempleo anunciado.
O.: ¿Por qué las remesas de los emigrantes bajaron?
L.A.: Las remesas de los bolivianos en el exterior cayeron en un 9 por ciento producto de la crisis internacional, pero está cifra está en las proyecciones del Gobierno. Tenemos calculado que caerá en un 11 y 12 por ciento hasta fin de año.
O.: ¿Qué significa eso para Bolivia?
L.A.: Mire, de los 1.000 millones de dólares, equivalente al 100 por ciento de las remesas, cuanto significa en promedio 11 por ciento, se pierden 100 millones de dólares, pero el resto, 900 millones, llegarán.
Viendo las cifras soy muy optimista, porque no hemos visto grandes efectos de la crisis, grandes cambios que puedan inquietar al Gobierno.
O.: ¿Algunos analistas piensan que la economía boliviana está basada en el contrabando, el narcotráfico y el comercio informal, qué piensa usted?
L.A.: No, para nada… es un tema político.
Cuando ellos eran Gobierno, el narcotráfico era fundamental para la provisión de dólares. En esa época teníamos un banco con 600 y 800 millones de dólares de reserva, entonces la economía estaba basada en la droga y la actividad informal.
Ahora, estamos frente a unas reservas que tiene 6.900 millones de dólares. Nos ubicaremos en los números, las cifras no mienten (se ríe).
La economía del narcotráfico dejó hace rato de ser el pilar fundamental de la economía para el país.
Hasta las remesas de los trabajadores, hoy, es más importante que la actividad del narcotráfico.
O.: ¿Dependemos completamente de los recursos naturales?
L.A.: Es una etapa que no la hemos podido revertir, seguimos dependiendo del sector primario de los hidrocarburos. Pero hemos dado pasos muy alentadores para mejorar este proceso. Ejemplo, el caso de El Mutún, que nos permite entrar en el mercado de la siderurgia.
Este año empezarán las exportaciones de hierro en bruto, paulatinamente se diversificará el producto en tres y cuatro años. Por lo tanto, ya hemos entrado en el tema de la industrialización del hierro.
A esto se debe sumar la industrialización del gas con la planta separadora de líquidos. Ya no vamos a vender el gas como en el pasado, como por ejemplo, a un dólar el precio del metro cúbico a la Argentina con el pretexto de un gas solidario.
Con la planta separadora de líquidos vamos a diversificar y vamos a vender más derivados.
Nosotros nos quedaremos con los líquidos para producir gasolina.
O.: ¿Cómo percibe la economía a corto, mediano y largo plazo?
L.A.: El plan de corto plazo ya se viene ejecutando desde el año pasado. Está claro a dónde vamos en economía política, estamos entrando gradualmente a la etapa de la industrialización, defendiendo a la industria boliviana, de ahí los conflictos de la ropa usada y con los vehículos usados.
De ese modo estamos dando poco a poco la dignidad a la economía nacional y con el Banco de Desarrollo Productivo vamos a crear por primera vez un perfil económico productivo al país.
El BDP ha prestado más de 150 millones de dólares, creando más 350 mil empleos.
O.: ¿El remplazo de billetes es algo previsto y normal?
L.A.: Es absolutamente normal, por el uso de los billetes ya que se gastan y este desgaste hace que se requiera el cambio del material.
O.: ¿Hay escasez de monedas en el mercado?
L.A.: No, no hay escasez. El Banco Central de Bolivia ha tomado las previsiones. Es más, ahora les está obligando a los bancos a fraccionar los billetes como en los cajeros, que ahora tendrá un monto mínimo, 20 bolivianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario