Entre las 06:00 y las 12:00, 200 vendedores ofrecen sus productos en los exteriores de ese centro de abastos. Los sábados y domingos, la afluencia es mayor. Julio Rodríguez, inspector de Ferias Libres, dice que esos días son 300 vendedores ambulantes los que caotizan el mercado.
En Cariamanga, el Municipio también optó por desarrollar ferias libres los jueves. Llegan 300 comerciantes que no tienen cupo en el mercado central.
Catamayo sigue a la espera de la construcción de la segunda planta del actual mercado. Unos 600 vendedores se ubican allí.
El mismo problema se evidencia en otras urbes lojanas. En los últimos años no se edificaron mercados como en Catamayo, Cariamanga y Macará.
En Macará, el Mercado Modelo funciona desde hace 30 años. Su diseño no contó con cerramiento externo y apenas estuvo dotado de una batería sanitaria para varones y una para mujeres. Hace dos meses empezó su mejoramiento.
La ama de casa lojana, Angélica Celi, lo corrobora. “Hace 10 años era fácil comprar. Había más ordenamiento, comodidad y mejor posibilidad de transitar. Pero en la actualidad hay pugnas y hasta robos entre la multitud”.
Según el jefe de Mercados de Loja, Henry Armijos, el caos obedece al crecimiento de la población y a la infraestructura que ya no abastece. El mercado Gran Colombia es el más grande de la ciudad. Tiene 1 200 adjudicatarios y seis sectores para expendio.
Para reducir el número de vendedores ambulantes, los funcionarios municipales los reubican todos los fines de semana en el Mercado del Pequeño Productor, en el norte de la ciudad.
Allí está previsto adjudicarles dos plazoletas, que están en construcción. También se edificó una segunda planta en el bloque cinco del mercado Gran Colombia, para 92 vendedores de productos no perecibles.
El caos por la alta afluencia de compradores y vendedores también se presenta en el Mercado Centro Comercial Loja. Allí existen 790 adjudicatarios.
Según Rodríguez, en forma ambulante trabajan otros 300 comerciantes. En el mercado La Tebaida se repite la misma situación. Hay 66 puestos y una demanda de 200 vendedores ambulantes, los fines de semana.
En el Mercado del Pequeño Productor hay 240 vendedores con locales y otros 200 sin puesto. Para reducir el caos, la Municipalidad realiza ferias libres de martes a domingo.
La de mayor afluencia se realiza los domingos, junto a la plaza de San Sebastián, con 1 000 vendedores. Los martes se efectúa en el Mercado Centro Comercial con otros 200 y el sábado, en el Mercado La Tebaida venden otras 800 personas.
Adicionalmente, se crearon ferias libres en Zamora Huayco (jueves), Yahuarcuna (viernes) y Clodoveo Jaramillo (miércoles).
Rodríguez cree que ante el reducido número de mercados, las ferias libres son una opción para facilitar la comercialización de productos agrícolas. Con ello, se quiere dar oportunidad a los productores de las parroquias rurales como Chuquiribamba, Gualel, Chantaco, Taquil...
Actualmente, el Municipio cuenta con el Nuevo Plan de Desarrollo Urbano de la ciudad. Allí se contempla la edificación de mercados. Uno de los primeros es el mayorista, junto con el mercado del pequeño productor.
Allí, provisionalmente, 100 mayoristas realizan sus actividades comerciales, pero no existe infraestructura ni las condiciones necesarias para el expendio de productos y alimentos.
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