WASHINGTON, DC - Los inmigrantes indocumentados sin número de Seguridad Social (Social Security, en inglés) podrían no obtener los créditos fiscales previstos para la población en el plan de estímulo económico del presidente Obama por más de $800 mil millones que examina el Congreso.
Un alto dirigente republicano en el Capitolio consideró preocupante la posibilidad de que el proyecto legislativo otorgue dinero del gobierno a los trabajadores indocumentados, aunque de hecho la iniciativa impide a las personas que carezcan de número de la Seguridad Social el solicitar los apoyos fiscales, que son de $500 por trabajador y $1,000 por pareja.
El proyecto también descarta expresamente a los inmigrantes que no tengan la calidad migratoria de residentes. El Senado se dispone a examinar la iniciativa legislativa del plan, la cual fue aprobada el miércoles por la Cámara de Representantes.
El dirigente republicano hizo las declaraciones en forma anónima porque no está autorizado a abordar el asunto en público, pero los demócratas rechazaron de inmediato su percepción.
"Esta legislación está dirigida a la gente que se encuentra en forma legal en nuestro país", dijo el líder demócrata en el Senado, Harry Reid. "Este proyecto no tiene nada que ver con nada ilegal en cuanto a la inmigración. Crea trabajos para las personas que están legalmente en este país".
Impone límites
Una revuelta entre los legisladores republicanos ante cláusulas similares en el plan de estímulo económico del 2008, que giró reintegros fiscales a la mayor parte de los asalariados, obligó a los demócratas a agregar requisitos más estrictos para los beneficiarios. Esa legislación, aprobada en febrero del 2008, exigió que los solicitantes posean un número legítimo de la Seguridad Social para poder recibir los cheques.
El plan actual impone los mismos límites para los créditos fiscales que los que existen en el programa de Créditos Fiscales a los Ingresos, dirigido a los trabajadores de bajos salarios.
Los republicanos han criticado ese paquete porque incluye lo que consideran partidas dispendiosas y omite las reducciones fiscales para las personas y empresas acaudaladas, algo que consideran necesario para reactivar la economía.
Ni un solo republicano votó en favor de la versión del plan de $819.000 millones cuando fue aprobada por la mayoría demócrata en la cámara baja.
Los senadores republicanos plantearon su posición el jueves en una rueda de prensa.
El senador Jon Kyl señaló que los créditos fiscales son insuficientes para estimular la economía.
"El hecho de llamar reducción fiscal a un reintegro para las personas que no pagan el impuesto sobre la renta no significa que sea una reducción fiscal", dijo Kyl.
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