Esto luego que la Cepal diera cuenta que la pobreza en Chile entre 2006 y 2009 se redujo de 13,7% a 11,5%, contrastando con la encuesta de Caracterización Socio Económica (Casen), que en el mismo período consignaba un aumento hasta el 15,1 %.
Lagos explicó que la Cepal debió cambiar su criterio de actualización debido al notable incremento de los precios de alimentos registrados a nivel regional, principalmente el 2007 y 2008, que no fue acompañado por un aumento similar en los precios del resto de los bienes y servicios”.
El ex mandatario detalló que el organismo reporta que “en el caso de Chile, mientras que en el trienio 2006-2009 el IPC de los alimentos creció en 32,4%, el correspondiente al resto de los bienes, sólo lo hizo en 6,4%”.
“Aquí está entonces la explicación, la que el organismo internacional advirtió en su momento al Gobierno de Chile. Nuestras autoridades sabían exactamente lo que estaban haciendo y que por su decisión, la cifra que entregarían sería distinta de las cifras que procesa la Cepal, el organismo internacional llamado a establecer comparaciones entre las naciones de nuestra región”, planteó el ex jefe de Estado en una columna en la web Quinto Poder.
A su juicio “la diferencia es un problema de sentido común. Si el precio de los tomates ha subido 40%, entonces hay que considerar de manera íntegra ese aumento del precio de los tomates para los efectos de la canasta de alimentos que se aplica para indigencia. Pero si el precio de los zapatos ha subido un 5%, para la línea de pobreza habrá entonces que incorporar sólo ese mayor valor de los zapatos y no creer, que al igual que los tomates, creció un 40%. Este es el tema. El Gobierno de Chile lo que hizo fue aplicar el crecimiento del valor de los tomates a los zapatos. ¿Tiene eso algún sentido? ¿O es simplemente el deseo de decir por esta vía: “dado que el precio en el pasado de los tomates y los zapatos eran similares, ahora el gobierno de Chile ha decidido por razones políticas decir que todo se mide por el precio de los tomates”? Esto es grave y el ministro debiera explicarlo, porque el gobierno estaba al tanto de ello”, aseguró.
Lagos recalcó que “Chile es un país serio, cuyas cifras estadísticas se basan en metodologías adecuadas y de común acuerdo con las de la comunidad internacional. Así históricamente hemos eliminado toda suspicacia y evitado se piense que en nuestro país se juega con las estadísticas para obtener provecho político. No quiero pensar esto para Chile”.
Ante el anuncio de una Casen especial que determine el impacto del terremoto de febrero, Ricardo Lagos dijo esperar “que el señor ministro recapacite respecto de la decisión que tomó en este punto. Eso le haría bien a Chile y seguiríamos participando en la comunidad internacional, con una metodología homogénea y cifras estadísticas comparables dentro y fuera de nuestro país”.
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