Economía informal: un problema socioeconómico
Los guatemaltecos estamos orgullosos del país de la eterna primavera, del lago de Atitlán, de los templos de Tikal, y de todos esos lugares de nuestra querida Guatemala, que a la vez se ve ensombrecida...
...por tanta desigualdad en nuestra sociedad y por tantos crímenes y asaltos.
Aunado a eso nuestros gobernantes se aprovechan del poder para hacer de nuestra Guatemala lo que a ellos se les antoje. Uno de los problemas que se han visto en todos los gobiernos que ha tenido Guatemala es que se están dejando a los niños y jóvenes que serán el futuro del país en último plano, el actual gobierno tiene un plan a gran escala para la educación gratuita en la que se han visto grandes fallas para poder cubrir las necesidades básicas de los estudiantes a nivel nacional.
Por muchas décadas en Guatemala se ha sufrido del abuso infantil, haciéndolos trabajar desde muy pequeños incluso desde los 3 años o menos, se observan en las calles a los niños tratando de vender algo, pidiendo limosna en cada parada de buses, haciendo malabares para que el que pase cerca de ellos les deje una moneda, en realidad nos da igual o no nos importa lo que pase con estos niños.
En esta ocasión quiero hablarles sobre los niños lustradores ya que a mi parecer son niños y jóvenes que han sido olvidados no solo por los gobernantes, que más de alguna vez se han lustrado los zapatos con ellos, sí no que también por la población en general.
En muchas ocasiones me había lustrado los zapatos con estos niños y nunca me había preguntado si estudiaban, dónde dormían, si comían, si jugaban, solo colocaba mi zapato sobre esa caja de madera llena de pasta para zapatos de diferentes colores, sentados en un banco diminuto en donde apenas caben.
Les observaba esas manos sucias dándole brillo a los zapatos sin saber qué era lo que pensaban, si tienen ilusiones o deseos de estudiar y no tienen esa oportunidad porque los padres los mandan a trabajar para poder sostener a la familia, o si tienen hambre porque no han comido en todo el día y para mitigarlo compran pegamento, que no solo les quita el hambre sino que los hace olvidar todas sus penas.
Lo único que hacemos es pagarles por el lustre y si bien les va y uno va comiendo o bebiendo algo hasta se lo podemos regalar y esto porque notamos que con la mirada devora esa comida o se muere de sed.
Se ha dado cuenta de la situación en que viven estos niños o se ha preguntado todo eso alguna vez, aunque esto sucede delante de nuestros ojos, muchos no nos damos cuenta de esta realidad que no solo pasa en Quetzaltenango sino que es a nivel nacional.
Ahora me doy cuenta de la situación tan terrible que pasan estos niños y jóvenes quienes con el pasar de los años se van haciendo adultos, si bien les va, ya que con los vicios que estos van adquiriendo muchos de ellos mueren muy jóvenes a veces sin ningún familiar a su lado.
Muchos de estos niños lustradores tienen el deseo y la ilusión de estudiar y ser un profesional y en un futuro poder ser alguien, poder satisfacer las necesidades básicas de cualquier ser humano, porque a qué niño no le gustaría estar en una escuela corriendo a la hora de recreo con sus demás compañeros, o ir de excursión a las piscinas y aunque no sepa nadar con el solo hecho de meter los pies en el agua se sentirían felices o que a la hora de una actividad programada por la escuela sus padres estuvieran en el salón no para pedirles cuentas de cuántos zapatos lustraron sino que viendo cómo ellos se desenvuelven en una obra o declamando algún poema, cantando o recibiendo alguna medalla o diploma por sus buenas calificaciones.
Pero la realidad es otra, estos niños deben de ir a trabajar y ganarse el pan de cada día no solo para ellos sino que muchas veces para más de 4 personas y todavía nos preguntamos por qué Guatemala sigue siendo uno de los primeros lugares en pobreza y maltrato infantil o de analfabetismo, si nuestros ojos no son capaces de ver alrededor y solo preocuparnos por nosotros mismos y por nuestros propios intereses.
En este sentido, quiero compartirles lo que está haciendo Cambio Interno en Quetzaltenango por los niños lustradores y que a mí me deja una gran satisfacción ya que puedo colaborar con el futuro de estos niños.
Mirando hacia delante veo un futuro prometedor para estos niños y sus familias que ahora tienen un nombre y un apellido ya que antes solo les llamábamos niños lustradores.
La visión que tiene esta comunidad llamada Cambio Interno es ayudar a un grupo de lustradores, empezando primero por ganarse la confianza de los niños y jóvenes, hablándoles que podrían tener un mejor futuro si dejaran de lustrar para empezar a estudiar, lo cual fue muy difícil porque ellos solo pensaban en lo económico y lo que dirían sus padres al decirles que no trabajarían más.
Poco a poco estos niños fueron viendo cómo las personas podrían ayudarlos dándoles para empezar un mejor lugar para vivir, mejor alimentación y algo que nosotros hacemos diariamente y que tan solo con encender la regadera nos damos un baño pero ellos tienen que hacer varios lustres para poder pagar una ducha en uno de los baños públicos, aunque ellos quieran hacerlo diario no pueden.
Cambio Interno hace eso posible y es sorprendente ver cómo estos chicos van dejando esas cajas con sus bancos, los trapos para darles brillo a los zapatos, el botecito de pegamento con el cual olvidan lo que pasaba a su alrededor, lo que miramos ahora en sus manos son los libros, lapiceros y pelotas de futbol, ahora tienen una vida como cualquier niño de su edad.
Con solo darles las herramientas necesarias para salir adelante estos niños llegarán muy lejos, el esfuerzo no es solo de los niños sino de las personas que se encargan de conseguirles lo que necesitan.
Si cada uno de nosotros pusiera un granito de arena para ayudar a estos niños apadrinándolos y dándoles la opo
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