miércoles, 21 de julio de 2010

lasbases.com » La pobreza de no saber construir consensos

lasbases.com » La pobreza de no saber construir consensos

“La deuda social constituye una situación de injusta privación que impide el pleno desarrollo del bien común porque es también un rasgo de pobreza social y política; es la incapacidad como sociedad de construir consensos sociales con responsabilidad dirigencial y activo protagonismo ciudadano”, expresó el director del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia, en el marco de la presentación del informe “La Deuda Social Argentina frente al Bicentenario. Progresos destacados y desigualdades estructurales”.

En la presentación del trabajo, elaborado por el Barómetro de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA), estuvieron también Aldo Ferrer y Juan Llach.

La última encuesta del Observatorio de la Deuda Social indagó sobre cuestiones sociales como desocupación, vivienda, salud, trabajo y confianza política en 2009. El resultado es tajante: más del 60% de la población económicamente activa (PEA) no posee trabajo, trabaja sin estabilidad laboral o sin seguridad social, o cobra un salario de indigencia. Así sobre 16 millones de activos, sólo 6 millones tendrían un “empleo decente”, con derechos laborales, y los otros 10 millones estarían sin empleo o con trabajos precarios.

La última encuesta muestra que el 12% de los hogares,- al menos 1 de cada 10 familias-, habitan en una vivienda en situación irregular (vivienda en villa miseria, asentamiento popular sin regularización u ocupación de hecho de casas).

Para Salvia estos datos marcan un deterioro del cuadro social-laboral “como producto de la crisis de 2008/09 y a pesar de las políticas de empleo implementadas”.

Por su parte el economista Aldo Ferrer sostuvo que “el informe no aborda un tema de coyuntura sino de largo plazo. Desgraciadamente es un problema acumulativo que genera un daño profundo en el tejido social, que se refleja por ejemplo con la droga y en la violencia. Lamentablemente, cuando se empiezan a ver mejoras en las condiciones sociales, uno podría pensar que estas situaciones se revertirán, pero la remoción de algunos aspectos de este problema lleva bastante tiempo”.

Al respecto, Juan Llach consideró que “la carencia del capital social en la Argentina reflejado en tres indicadores como la confianza en nosotros, en las instituciones y participación ciudadana, tiene valores tan bajos que deben ser un llamado de atención”.

Por Sandra Capocchi


Principales conclusiones

Si bien los indicadores sociales muestran una mejora todavía se está lejos de cumplir los mínimos normativos para una parte importante de la sociedad.

El derrame social del crecimiento no fue constante sino que tendió a estancarse, incluso, antes de la crisis 2008/09.

En 2009, el 16,9% de los jóvenes no encontró trabajo y el 34,3% tuvo un empleo precario.

La mitad de la población ocupada ganó por mes 1.560 pesos o menos.

La inflación y la recesión del último período afectaron a los sectores más vulnerables. Se necesitan soluciones más estructurales que las políticas sociales para enfrentar los problemas de pobreza estructural y las coyunturas críticas.

Niveles de confianza

* 17,6%. Es el nivel de confianza en las instituciones de gobierno. Además, más del 80% expresa su desconfianza en quienes gobiernan.
* 14,4%. Es la confianza en el Congreso, que trepó 1,9% (estaba en 12,5%).
* 13,5%. Confianza en la Justicia. Menores porcentajes obtienen los sindicatos (11,1%), los partidos políticos (6,7%), los movimientos piqueteros (4,8%).
* 59,4%. Es el índice de confianza que detentan las instituciones de caridad, proporción que creció respecto de 2008 (54,6%).

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