Menos de la mitad de los papás que trasladan a sus hijos en furgones firma un contrato, y hay unos cinco mil vehículos "piratas" que circulan sin autorización.
B. A.
Llegó marzo y a los gastos escolares unas 400 mil familias suman el transporte de sus hijos en furgones, cobro que este año experimentó un reajuste de un 2,3% respecto de 2009.
La cifra parece pequeña pero el gasto mensual no lo es. Hasta $64.240 al mes cuesta en el sector oriente de Santiago llevar y traer del colegio a un niño, según un estudio del Sernac.
Pero más allá del costo, la preocupación de los padres y de los transportistas está centrada en la seguridad. Se calcula que en el país existen unos 5 mil furgones, vehículos particulares y taxis colectivos "piratas" que llevan niños sin ningún permiso. "En Santiago en todos los colegios hay uno, en regiones lo hacen taxis colectivos y por la crisis económica se ven cada vez más papás que se dedican a acarrear niños en sus autos y pagados", afirma Verónica Contreras, presidenta de la Federación Nacional de Transporte Escolar y Turismo.
Las personas y los vehículos que hacen transporte escolar deben estar inscritos en el Registro Nacional del Ministerio de Transportes. Ahí hay 16.609 furgones que son de color amarillo, tienen un letrero triangular con la leyenda "Escolares" en el techo, una luz estroboscópica de seguridad y ventanas a ambos lados. Los asientos miran al frente y llevan una tarjeta identificatoria del conductor, además de revisión técnica y seguro obligatorio de accidentes al día.
Los choferes o "tíos" tienen licencia A1 o A3, esta última se entrega después de dos cursos.
Además, todos los furgones escolares de 2007 en adelante tienen cinturón de seguridad para cada uno de los niños.
Sin contrato
Los padres pueden consultar con la patente del vehículo que transporta a sus hijos vía internet en la página del Ministerio de Transportes si el vehículo está inscrito y cuenta con todas estas medidas de seguridad.
Pero los choferes reconocen que hay papás que por abaratar costos no lo hacen y reclaman que la mayoría ni siquiera quiere firmar un contrato.
"De a poco se han ido haciendo contratos de trabajo que protegen tanto al trabajador como a los niños y a los padres", explica Adrián Zúñiga, gerente de transporteescolar.cl, portal de búsqueda de este servicio.
"La relación es un poco informal", reconoce Verónica Contreras, quien aclara que "cerca de un 70% de los transportistas no trabaja con contrato, pero porque los papás son los que se tienden a negar porque se amarran".
A los transportistas les conviene formalizar horarios y fecha de pago porque dicen que ellos trabajan sin tener certeza de que les van a pagar.
SIN CONTRATO
Cerca del 70% de los transportistas no firma un acuerdo que establezca horarios y fechas de pago.
EMOL
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