sábado, 6 de marzo de 2010

La economía informal, sigue :: El Informador

La economía informal, sigue :: El Informador

A medida que la situación general del país se complica, se agrava o se vuelve más caótica, el rumbo de la economía mexicana continua dando tumbos, pero hay que precisar que los tumbos y desaciertos favorecen a su adlátere, la así denominada economía negra, informal, oculta o subterránea que sigue robusteciéndose de tal modo que está muy por encima de la economía tradicional, y ahí por lo que se sabe, no se suscitan los problemas tradicionales que desde siempre han dañado a la economía formal, como son las crisis, la inflación y el desempleo, simple y llanamente porque es tan generosa que tiene capacidad para dar chamba a todos los desplazados del orden económico ortodoxo, licito, tradicional.

Son pues, los tiempos en que la modernidad, de manera indirecta, ha contribuido con su generoso grano de arena, para que los desocupados, los parados, no se queden sin hacer nada, y en peligro de desaparecer físicamente, pues, sea como sea, el ser humano para sobrevivir tiene que depender de su trabajo, de su fuerza de trabajo, ya sea de un modo o de otro.

Nada más con una pequeña salvedad, que en el ámbito de la economía informal, y demás sucedáneas, los que ahí laboran para nada pagan impuestos, precisamente porque están fuera de control, y queramos o no, este tipo de economía, no solamente en México, sino a nivel mundial, es más poderosa que la economía formal.

Este tema, pues, lo estamos sacando a colación porque en el cuarto trimestre del año próximo pasado, el desempleo subió a 5.3%, y esto está afectando a dos millones y medio de personas, según datos, tal vez fiables, del INEGI. Entonces, esto quiere decir, que un desfase en la fuerza laboral de esa magnitud está dañando seriamente al aparato productivo nacional, y buena parte de esos afectados recurren a la economía informal en sus diversas modalidades, en donde se sitúa en lugar preeminente el llamado “crimen organizado”.

Según datos provenientes de fuentes dignas de crédito, el escenario de la economía mexicana no contempla un descenso inmediato de la tasa de desempleo, incluso no se descarta se mantenga alto en los próximos meses, y desde luego, continuará la tendencia cada vez más persistente y vigorosa hacia los distintos rubros que integran la economía informal, negra, oculta o subterránea.

Pero, a pesar de que subrepticiamente dicha modalidad económica está atemperando el estallido de conflictos sociales, el malestar se deja sentir especialmente en las grandes ciudades del país, como en la Ciudad de México, y este malestar se está retroalimentando con la forma en que se están manejando algunos conflictos laborables, y que van de acuerdo con las medidas contenidas en el malhadado Consenso de Washington, y que abierta o tangencialmente se está manejando en el contexto de ciertas políticas económicas actuales.

Por lo que estamos contemplando, este año proteico, año del tigre, ya está enseñado lo que trae consigo, hechos que señalan el deterioro del tejido social que conlleva a repercusiones obvias en la paz social, la estabilidad política, y el Estado de derecho.

MANUEL LÓPEZ DE LA PARRA / Periodista.
Correo electrónico: loppra@economia.unam.mx

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