Según el informe ´Trabajo y Familia, especialistas proponen políticas que propicien la corresponsabilidad del cuidado de la familia entre los padres y el Estado.
La participación laboral de las mujeres es superior al promedio regional, al constatarse que el 60 por ciento se encuentra en actividad laboral; pero de ese total, el 67.1 por ciento trabaja en el sector informal, según un informe de organismos internacionales.
Según el informe "Trabajo y Familia: Hacia nuevas formas de conciliación con corresponsabilidad social", presentado por la Organización Internacional del Trabajo y el PNUD, en la actualidad hay más de 100 millones de mujeres insertas en el mercado laboral de América Latina y el Caribe y alrededor de un tercio de hogares de la región depende de los ingresos de una mujer jefa de hogar, que mantiene sola a su familia.
En la cita propusieron la aprobación de políticas que propicien que las tareas de cuidado del hogar y de la familia sean corresponsabilidad de la madre, pero también del padre y del Estado.
"Esta nueva realidad y otros cambios han generado una crisis del modelo tradicional en torno al cual se organizó el trabajo productivo y reproductivo (del hogar), por lo que hay una sobrecarga de tareas para las mujeres, en especial las de menores recursos", señala el documento.
La especialista regional en Género y Empleo de la OIT para América Latina y el Caribe, María Elena Valenzuela, quien presentó el informe, sostuvo que más allá de las responsabilidades individuales de hombres y mujeres, "la sociedad y la política pública deben asumir un lugar más protagónico para promover los derechos ciudadanos así como los objetivos relativos al crecimiento, la productividad y la competividad".
Valenzuela sostuvo que en las actuales condiciones laborales, sin una adecuada conciliación entre trabajadores y empleadores, los derechos de la mujer que labora son restringidos por cuanto impiden el derecho a cuidar de sus familias disminuyen la libertad de las mujeres en el espacio público y de los hombres a participar en el espacio familiar y son un obstáculo al trabajo decente y al desarrollo humano.
La especialista propuso que también se concilien medidas que favorezcan que las madres y los padres puedan acentuar el cuidado de sus familias.
- Andina
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