Una situación muy difícil es la que están atravesando en la actualidad los comerciantes de Cullera. Y es que a la crisis económica que azota a todos los sectores se suma, desde hace unos años, el aumento masivo de vendedores ambulantes en sus playas.
Debido a esta tendencia, las pérdidas en los comercios han superado durante la campaña de verano del año pasado los 600.000 euros según las estimaciones de Enrique González, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Cullera (ACECU).
«En dos años se ha duplicado el número de vendedores ambulantes debido al desplazamiento de unas localidades a otras», señala el presidente de esta asociación ya que en verano además de los habituales llegan a Cullera vendedores de zonas del interior.
En esta ciudad de la Ribera con una población de unos 25.000 habitantes, durante la temporada estival se calcula que pueden existir unos 150 vendedores ambulantes, tan sólo en las proximidades a la playa.
Pero lo más preocupante para los comerciantes de Cullera es que el número de vendedores puede seguir aumentado ya que «otros municipios se han puesto más rígidos con esta práctica y esta situación ha provocado que estos ambulantes se trasladen hasta Cullera».
Por este motivo, los comerciantes solicitan que se lleven a cabo medidas antes de verano para controlas estas ventas ilegales. «Los grupos especializados de la Policía deben perseguir a las mafias que introducen el género ilegal en el municipio ya que el último eslabón es la venta en la playa», explica González.
Y es que los comerciantes consideran que poniendo los medios necesarios para controlar este tipo de venta ilegal se podría reducir considerablemente el problema por lo que la asociación ha pedido al Ayuntamiento de Cullera que realice las actuaciones necesarias.
Un problema que, sumado al de la crisis económica, ha provocado que durante el verano pasado se contrataran cien trabajadores menos para la campaña según las estimaciones de los establecimientos.
Una imagen que se repite
Los puestos de estos vendedores ambulantes ya se han convertido en una imagen habitual en las playas de Cullera. En las últimas horas de la tarde y a lo largo de todo el paseo, se instalan cientos de puestos ambulantes que aprovechan para convertir en clientes a los miles de visitantes. A estos se suman los que captan a sus clientes en la misma arena.
Por esta razón, los comerciantes más afectados son los de la zona de costa que ven cómo sus posibles clientes muchas veces se decantan por los productos ilegales de los vendedores ambulantes.
«Estos comerciantes están esperando durante todo el año la llegada del verano para aumentar sus ventas y les llega esta competencia alegal con la que no pueden competir», manifiesta el presidente de la asociación de comerciantes.
Estos vendedores distribuyen todo tipo de productos falsificados aunque especialmente, accesorios, bolsos y DVD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario