CORRESPONSAL / COSTA RICA
Una vez más las autoridades de este país responsabilizan a los nicaragüenses de sus problemas. Ahora es por la proliferación de ventas ambulantes en San José, la capital, y los continuos disturbios generados cuando la Policía Municipal decomisa mercadería cuya venta no está regulada por ley.
En un debate televisado, el asesor municipal Rafael Arias, considera que las ventas ambulantes en la capital han incrementado y que son los extranjeros quienes “están haciendo problemas”.
“La migración desordenada de colombianos y de nicaragüenses, algunos de ellos peligrosos, ha causado que ya pasemos de un grupito de vendedores (ticos), a una cantidad importante de vendedores que están permeados por estos grupos mafiosos. Entonces se vuelve una situación insostenible”, asegura el asesor.
En la última revuelta entre policías y vendedores, hace tres días, un nicaragüense perdió su ojo derecho a causa de una bala de goma disparada pro un policía, según testigos.
DESMIENTEN ACUSACIÓN
Las aseveraciones de Arias, de que los vendedores ambulantes están penetrados por grupos mafiosos que hasta venden droga al menudeo, fue desmentido por Eliécer Chavarría, representante del Frente Democrático de los Trabajadores Vendedores.
“Es falso que existan bandas organizadas en los vendedores que son jefes de familia, con grandes responsabilidades, tienen que pagar servicios, sufragar estudio a sus hijos y el único delito que cometen es ser pobres y dedicarse a las ventas durante toda la vida”, explicó Chavarría.
“Si existieran delitos yo creo que hay cuerpos y equipos de seguridad que tienen la responsabilidad de sentar responsabilidades. ¿Qué está haciendo migración y extranjería? De esas personas (mafiosas) no conozco a ninguna. Si en realidad hay empresas que están trabajando ese asunto de los discos (piratas), que ejerzan los controles”, añadió.
En San José hay 1,300 vendedores ambulantes que tienen patente para ejercer el oficio. No obstante, hay otra cantidad que según cifras municipales asciende a 1,500, gran parte de ellos nicaragüenses; quienes realizan esta actividad fuera de la regulación legal y en el intento de erradicarlas, ocurren enfrentamientos con la policía.
El año pasado la Policía Municipal realizó 3,500 decomiso de mercadería y en lo que va del año la cifra asciende a 13,500.
Este tipo de comercio informal es perseguido por autoridades municipales, con quienes los vendedores tienen que lidiar todos los días.
Bolsos, carteras, juguetes, discos de música, películas; todo se encuentra sobre las principales avenidas. Cuando llegan los oficiales los vendedores deben de deaparecer en cualquier momento. Primero recogen su mercadería entre plástico y luego emprenden su escape.
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