Fiscal Andrés Montes destaca que en dos años de trabajo con "Santiago más seguro" el robo con sorpresa había caído en 30%, mientras el robo con violencia e intimidación, en 18%.
Mario Gálvez y Pedro Lezaeta
La irrupción del comercio ambulante en los últimos tres meses en el centro de Santiago mantiene en alerta a las autoridades relacionadas con el combate a la delincuencia.
El temor, que es coincidente tanto en las autoridades judiciales como en las municipales y policiales, es que las buenas cifras obtenidas hasta ahora en el combate al hampa en el "centro histórico" están en riesgo, por cuanto la crisis económica y el desempleo inundaron las calles de comerciantes ambulantes.
Unos 4.500, según estimaciones policiales extraoficiales, se instalan o merodean en esa zona de la capital los días de semana.
Incluso, hay otro antecedente que no se atreven a reconocer oficialmente y sólo lo deslizan fuera de grabadora: la dotación de Carabineros está copada, pues debe dedicarse a atender los conflictos que provocan movilizaciones sociales en el centro y no puede dedicar contingente a perseguir al comercio ilegal.
En cuanto a los datos positivos, el fiscal jefe territorial "A" de Santiago Centro, Andrés Montes, destaca que hay dos fenómenos que la autoridad está intentando erradicar, como es el comercio ambulante y la receptación, que es la adquisición de artículos robados. "Con la implementación del programa 'Santiago más seguro', que se viene trabajando desde 2007, se ha logrado disminuir en al menos dos delitos", explica.
En el robo con sorpresa, conocido como "lanzazo", hay una tendencia constante a la baja de un 30% en dos años. Mientras que el robo con violencia e intimidación, la misma constante a la baja representa un 18%.
Sobre la receptación, el fiscal señala que han detectado puntos donde se venden objetos robados en el centro, donde se aumentó la fiscalización, aunque los mantiene en reserva, porque se sigue trabajando allí.
Pero afirma que la detención aumentó en forma notoria. Como ejemplo, toma la semana comprendida entre el 26 de abril y el 9 de mayo de los últimos tres años. En 2007 hubo 4 detenidos por receptación; en 2008, 14 detenidos, y este año, 27 detenidos.
Sin embargo, Montes reconoce el riesgo de caer en estas cifras. "Ha habido una tendencia al aumento del comercio ambulante que está asociado a un período de crisis económica, al desempleo", explica.
Y ello significa que este fenómeno favorece la comisión de otros delitos. "Cuando hay comercio ambulante, constituye una señal de que no hay vigilancia policial. Y cuando no hay presencia policial, se sienten más tranquilos los que cometen delitos para perpetrarlos", dice.
El coordinador de seguridad comunal de la Municipalidad de Santiago, Eduardo Botetano, admite que la llegada del comercio ambulante aumenta la delincuencia. "La preocupación del alcalde (Pablo Zalaquett) es que él no ha otorgado ni va a otorgar ningún tipo de permiso; por lo tanto, todos los que se instalan son ilegales", afirma.
Carabineros asegura que desde que se implementó "Santiago más seguro" se han cursado 260 infracciones a quienes han sido sorprendidos comprando a comerciantes ilícitos, lo que ha desincentivado fuertemente a los clientes de los ambulantes.
Mafias, familias y "sindicatos"
Según expertos de Carabineros y de la PDI, los grupos de ambulantes que operan en el centro se pueden dividir en permanentes, ocasionales y los ligados a la locomoción colectiva.
También hay ambulantes legales, que pagan permisos y muy rara vez han sido vinculados a ilícitos. La mayoría de los ambulantes son miembros de mafias que acaparan territorios y no dejan que se instale alguien desconocido. Por otra parte, están familias completas dedicadas al rubro. Los "sindicatos" son agrupaciones menores de vendedores ambulantes ligados directamente con delincuentes. La mayoría vende mercadería robada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario