Al día siguiente, Castillo fue despedida. Los vigilantes del complejo industrial Las Mercedes, en la capital de Nicaragua, le impidieron ingresar a las instalaciones y le entregaron una carta de despido.
Aguardó fuera toda la jornada a la supervisora que le garantizó que su puesto de lavado, planchado y teñido de telas la estaría esperando. Cuando finalmente salió, la mujer le explicó nerviosa: "No pude hacer nada, y despidieron a otras 12 más porque creyeron que estaban embarazadas".
El despido fue en diciembre de 2008, y en marzo de 2009 la empresa cerró sus puertas y mandó a la calle a otras 900 personas, más de 85 por ciento mujeres, que operaban máquinas industriales textiles.
Ninguna recibió las prestaciones laborales de ley. Por eso crearon una comisión para intentar que el gobierno de izquierda, presidido por el sandinista Daniel Ortega, exija a la empresa maquiladora el cumplimiento de su obligación. Para ello, las despedidas buscan la intermediación de la progubernamental Central Sandinista de Trabajadores.
Castillo, de 32 años y madre de dos hijos, es una de más de 27.000 empleadas despedidas en el último trienio por empresas que operan en la Zona Franca de Nicaragua, y se calcula que la cifra subirá a 30.000 al concluir 2009, dijo a IPS Sandra Ramos, directora ejecutiva del no gubernamental Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra.
En abril, la organización determinó que en Nicaragua la mano de obra femenina ha sido la más golpeada por el impacto de la debacle financiera mundial, como conclusión de un estudio titulado "Comportamiento del empleo en las empresas textil-vestuario de las zonas francas frente a la crisis económica y el impacto en la vida de las mujeres".
Entre fines de 2006 y comienzos de 2009 cerraron total o parcialmente 29 empresas maquiladoras y desde 2008 se perdieron algo más de 25.000 empleos en el sector.
De ese total, 85 por ciento de la ocupación destruida correspondió a mujeres, explicó Ramos. Todavía peor, 38 por ciento de ellas eran madres solteras y cerca de 70 por ciento eran jefas de familia.
También en 85 por ciento de los casos las despedidas no recibieron los beneficios acumulados y sus derechos laborales fueron violentados, sin que hasta ahora las instancias oficiales las hayan amparado o forzado a los empleadores al cumplimiento.
EL PESO DE LAS MAQUILAS
El sector textil genera en esta nación centroamericana cerca de 90.000 empleos directos y 10.000 indirectos, lo que equivale a 30 por ciento de la ocupación formal, según el Ministerio del Trabajo y la empresarial Corporación de Zonas Francas.
Las llamadas zonas francas son complejos industriales de manufacturas, que reciben exoneraciones y exenciones fiscales especiales y que los países pobres, como Nicaragua, han impulsado para atraer inversiones extranjeras a su territorio.
En general, las empresas establecidas bajo ese régimen son asiáticas y estadounidenses y se caracterizan por explotar a sus trabajadores con bajos salarios, jornadas extenuantes y el incumplimiento de derechos laborales nacionales.
Para Nicaragua las maquilas, como se denomina a estas empresas que producen para mercados externos, generan el mayor empleo privado pero son también la principal fuente de denuncias por violación de derechos y compromisos laborales desde su masiva instalación en el país en 1991.
En los últimos cinco años se han producido 100.000 denuncias, dijo Ramos. El abuso, precisó, abarca los derechos humanos además de los propiamente laborales y, con la excusa de la crisis, las empresas aprovechan para deshacerse de mujeres embarazadas y personal con enfermedades.
La crisis económica internacional vapuleó la producción de las maquilas. Las exportaciones desde las zonas francas representan 37 por ciento del total de las ventas al exterior del país. Durante el primer cuatrimestre del año, sumaron 243 millones de dólares, 15 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008.
Roberto González, dirigente de la Central Sandinista de Trabajadores, resumió a IPS la causa del frontal impacto de una crisis aparentemente lejana. "Estas empresas confeccionan ropa de grandes marcas para el mercado de Estados Unidos y allí la demanda de vestimenta cayó 40 por ciento por el hundimiento del consumo", explicó.
Y la crisis no acaba. Cuatro maquiladoras más amenazan con cesar sus operaciones antes de concluir el año, lo que supondría otros 8.500 empleos destruidos.
El gobierno proyecta que en 2009 se perderán casi 29.000 plazas en la economía formal e informal y el Fondo Monetario Internacional calcula que al final del año podría haber en el país 52.600 desempleados.
Por su parte, la privada Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social anticipa que entre 33.000 y 64.000 personas se volverán pobres este año, en un país donde 47 por ciento de la población vive con menos de dos dólares al día, según las Naciones Unidas.
Nicaragua tiene 5,7 millones de habitantes, algo más de la mitad mujeres, y la población económicamente activa alcanza a 3,7 millones. Las mujeres representan 39 por ciento de las personas ocupadas en el sector formal y 45 por ciento de las que subsisten en la economía informal, según datos del Banco Central.
La tasa oficial de desempleo es de nueve por ciento, pero otras estimaciones lo sitúan en al menos 14 por ciento.
La ministra del Trabajo, Janet Chávez, tiene una visión optimista sobre el empleo en las maquilas, a contracorriente de estudios y analistas. Rebajó la perdida de empleos desde comienzos de 2008 a 15.000 puestos y resaltó que no sólo hay cierres.
Ocho empresas se instalaron en ese periodo y tres más lo harán hasta fines de 2009, para generar en total 8.500 nuevos puestos, aseguró.
DESAMPARO DE LAS MUJERES
Pero Evelyn Flores, de la no gubernamental Fundación Puntos de Encuentro, denunció que el Estado no está protegiendo las condiciones y derechos de las mujeres en las maquilas, en un momento de despidos masivos que las tiene como protagonistas.
"No hay políticas de empleo para las mujeres desde el Estado y éstas siempre han aceptado empleos precarios por falta de opciones y por ser jefas de familia. El resultado son trabajos sin derecho a seguro social, con largas jornadas e irrespeto a su condición de género", precisó Flores.
Una demostración de la falta de voluntad del gobierno para enfrentar la situación, explicó, es que no hace nada para que se aplique la Ley de Igualdad de Derechos y Oportunidades, que en teoría obliga al Estado a garantizar la igualdad de condiciones laborales de varones y mujeres en todos los ámbitos, incluidas las maquilas.
El secretario general de la Confederación de Trabajadores de las Zonas Francas, Pedro Ortega, coincidió en que existe "mucha desprotección" a los derechos de las obreras de las maquilas, pero aseguró a IPS que "se está luchando por revertir eso".
Ortega recordó que en marzo los sindicatos lograron que el Ministerio de Trabajo suscribiese un acuerdo de emergencia económica y laboral con las maquilas, garantizado por la estatal Comisión Nacional de Zonas Francas, que tiene como propósito ayudar a sostener el empleo y la estabilidad laboral en el sector.
El acuerdo fijó para las maquilas un aumento del salario mínimo de ocho por ciento este año y de 12 por ciento en 2010. Además, estableció mejores condiciones laborales y mayor respeto a los derechos de los trabajadores.
El salario mínimo en el sector es de unos 118 dólares mensuales, el más bajo de América Central, donde oscila entre 164 dólares, en El Salvador y Guatemala, y 416, en Costa Rica.
EL IMPACTO EN AMÉRICA CENTRAL
El aumento del desempleo femenino va a extenderse por toda América Central, según un informe presentado en mayo por la Organización Internacional del Trabajo, que pronosticó que en conjunto este año el desempleo afectará a medio millón de personas en esta subregión y República Dominicana.
"Las mujeres representan 40 por ciento de la fuerza laboral, pero cargarán con la mayor parte de la pérdida de empleos", debido a "la discriminación histórica" que soportan, informó el estudio.
Como resultado, la tasa de desempleo femenino en la subregión subirá a 14 por ciento, mientras la tasa general será de nueve por ciento.
La Red Centroamericana de Mujeres Solidarias con las Trabajadoras de la Maquila calculó en mayo que en el istmo las personas que trabajan en las zonas francas suman 411.502. Casi 52.000 mujeres fueron despedidas en las maquilas desde comienzos de 2008 en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, agregó. (FIN/2009)
viernes, 5 de junio de 2009
TRABAJO-NICARAGUA: Crisis golpea más a las mujeres
MANAGUA, jun (IPS) - "Vaya tranquila, su puesto la espera" aseguró la supervisora a Lorena Castillo cuando ella pidió permiso para ir al ginecólogo. Hacía seis meses que trabajaba en la empresa textil y era la primera vez que solicitaba un día libre. Y resultó ser el último.
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