La Universidad Católica Argentina (UCA) indicó que son desalentadoras las perspectivas laborales que presenta el mercado local tras haberse ingresado al año productivo a pleno en el período marzo-abril. La economía argentina requiere un shock de expectativas, que implique un cambio importante en el set de políticas económicas, que permita atenuar los efectos de la recesión mundial, destaca el estudio al que tuvo acceso LA GACETA. “El problema de la coordinación de las expectativas económicas se torna mayor, al percibir el mercado que el tipo de cambio no es de equilibrio, y que la política cambiaria es casi la única con margen de acción”, agrega.
“Por el lado de las grandes corporaciones, las negociaciones con el Gobierno, por ahora, han detenido los ajustes (salariales) ante la drástica caída en las ventas”, dice el informe difundido por el Departamento de Economía de la UCA.
Se indicó que en el sector de las pequeñas y medianas empresas -y se aclaró que sobre todo en las firmas familiares- el empleo es naturalmente más flexible y el desempleo está avanzado.
El equipo de economistas de la UCA -encabezado por Ernesto O’Connor y Micaela Soria Guerrero- indicó que en las empresas informales la desocupación se extiende fuertemente, al tiempo que se consignó que el 8% de desocupación oficial, previo a la recesión, se componía de un 5% de empleo formal y de un 20% informal. Para la UCA, esto está vinculado a que la recesión avanza y golpea sobre el mercado del trabajo, el cual no es inmune a la tónica recesiva que presenta el mercado internacional, y fundamentalmente el doméstico. El informe expresa que los trabajadores bajo convenio sindical sortean la inflación y la recesión con fuertes recomposiciones de ingresos a través de paritarias y del pago de subsidios a la industria automotriz para mantener el empleo.
Los independientes pierden
“Los trabajadores independientes, o dependientes sin convenio, si bien no recuperan ingresos frente a la inflación, por el momento mantienen una situación de empleo”, agrega. Sin embargo, la UCA reconoce que los trabajadores informales son víctimas de la inflación, del achicamiento de su propio mercado informal -pues la demanda está compuesta por otros trabajadores informales-, y por ende de un mayor desempleo. Según datos oficiales, el empleo no registrado trepó al 38% de la fuerza laboral, cifra que suma casi seis millones de personas que trabajan en el mercado informal y pasan en mayor o medida a ingresar la población bajo la línea de pobreza. Al respecto, el centro de estudios refirió que el sector industrial como reflejo sectorial de toda la economía, no escapa a esta situación.
“La industria en 2009 se enfrenta a la recesión, con una caída del 10% anual en el primer bimestre, y su debilidad se verá reflejada en los puestos de trabajo en cada sector de actividad”, refiere el informe. El estudio de la UCA destaca que la remuneración, en pesos, para el total de la industria aumentó entre el primer trimestre de 2009 y el tercer trimestre de 2008 un 10%. Asimismo, se indicó que la variación para el primer trimestre de 2006 y tercero de 2008 fue de 65%.
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