miércoles, 14 de enero de 2009

OM y Antorcha se disputan a organización de comerciantes de Texmelucan

2009 será el año más difícil para el estado de Puebla; se calcula que el presupuesto para el estado de Puebla no disminuirá sino que aumentará con respecto al año que corre. Sin embargo, si se aplica el efecto inflacionario y de tipo de cambio, en términos reales, el presupuesto será menor.

Los tres rubros: caída de remesas, disminución del turismo y la caída del precio del petróleo impactan a Puebla y ello obliga a establecer líneas precisas de uso adecuado del recurso financiero. La previsión es adecuada pues supone un techo mínimo con el fin de evitar el uso de las tijeras a mitad del año siguiente.

La expectativa de la economía local es sombría, especialmente porque el empleo será afectado y no se prevé que haya un nuevo número de plazas que sustituyan a las que se pierden y las que harán falta ante el ingreso de demandantes de empleo.

En el estado de Puebla habrá un efecto en el crecimiento del mercado interno, inversión en infraestructura y las actividades de exportación, especialmente automotriz y textiles se verán impactadas en los meses siguientes.

Las políticas a seguir deberán de definirse con toda certeza y claridad. Las políticas de infraestructura que se tienen en la actualidad deben de manejarse con prudencia, además de buscar la forma de concluir estos proyectos, pues el impacto positivo se verá impactado por los efectos mismos de la reducción de la demanda doméstica. La inversión para 2009 será fundamentalmente del sector público poblano.

Probablemente la crisis financiera estadounidense y el impacto que está teniendo en la economía mexicana y las economías locales darán como resultado un aumento de personas que se dediquen a actividades informales. Múltiples factores confluyen especialmente en los municipios urbanos de tamaño medio. El fenómeno de informalidad ha estado presente y continuará pesar de los esfuerzos que se realizan por abatirlo, ejemplo de ello son los municipios de San Martín Texmelucan, Tehuacán, Atlixco, Teziutlán, Tepeaca, Tecamachalco, entre otros.

Datos oficiales aseguran que en los últimos cinco años la presencia de la actividad informal en el comercio se ha multiplicado en cantidades que rebasa a los que ya se encuentran en este rubro de la economía.

Para el caso del municipio de Puebla, la reubicación de ambulantes del Centro Histórico resolvió marginalmente este problema social que cada vez invade más allá del primer cuadro de la ciudad, llegando a calles cercanas a centros comerciales, centros de consumo de autoservicio, e incluso en conjuntos habitacionales, en los camellones, en los mercados e incluso en tianguis semanales en los diferentes barrios.

No obstante, es importante subrayar que la informalidad no sólo está en el comercio, también en los servicios e incluso en actividades de producción de bienes.

La aparición de organizaciones y disputas entre ellas, por apropiarse de espacios públicos puede degenerar en tensiones y conflictos, en el mejor de los casos arroparse tras las siglas de algún partido político o aspirante a un puesto de representación popular, con el objeto de ser utilizados electoralmente, incentivando el intercambio político basado en prácticas clientelares.

gnares301@hotmail.com

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