América Latina y el Caribe recuperaron, rápidamente en el 2010, los niveles del empleo que tenían hasta antes de la crisis; sin embargo, las condiciones laborales son el reto para los países de la región, estimó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“La baja del desempleo es una buena noticia y habla muy bien tanto de la capacidad que han tenido los países para hacer frente a la crisis, como de la velocidad de recuperación de sus economías”, dijo Juan Somavia, director general de la OIT.
En contraparte, aseguró: “El desafío de hoy es la calidad de los empleos, es decir, avanzar en la senda del trabajo decente”.
La tasa de desempleo urbano en América Latina y el Caribe llegará a 7.4% al cierre del 2010, por debajo de 8.1% del 2009, año de mayor impacto de la crisis y prácticamente al nivel del 2008 (7.3 por ciento).
“Si miramos más allá de la tasa de desempleo, tenemos el reto de mejorar la productividad y los salarios, reducir la informalidad, mejorar la cobertura de protección social y enfrentar las desigualdades”, agregó Somavia. “No sólo es importante generar más empleo, también es importante que esos empleos sean de calidad”.
Respecto de la tasa de desempleo juvenil urbano, ésta disminuyó de 17.4 a 16.3% en un grupo de siete países para los cuales existen datos. Ese nivel es más del doble que la tasa de desempleo general y alrededor de tres veces la de los adultos.
Por otra parte, cifras disponibles en cinco países al segundo semestre del 2010 indicaron un aumento del empleo formal de 4.6 por ciento. Sin embargo, la ocupación en el sector informal de empresas subió a un ritmo mayor de 7.2 por ciento.
En México, al tercer trimestre del 2010 el empleo informal representó 28.8% de la Población Económicamente Activa. En los primeros nueve meses del año se incrementó en 74,000 personas, con respecto al mismo periodo del año anterior, de tal manera que hay 12.4 millones de trabajadores que optan por la informalidad.
pmartinez@eleconomista.com.mx
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