ZP recorta el gasto antifraude pese a que ha subido un 16% con la crisis - NOTICIAS - Hoxe en Xornal de Galicia 1º Diario Dixital de Galicia

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Grecia e Italia. Solo estos dos países superan a España en porcentaje de economía sumergida respecto al Producto Interior Bruto (PIB), según los últimos datos de Schneider recogidos por Brindusa Anghel y Pablo Vázquez, doctores de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Complutense de Madrid, respectivamente. En un informe publicado por la patronal de las constructoras Seopan, los autores del estudio inciden en que “países como Irlanda, Reino Unido o España han registrado en los últimos años y coincidiendo con la crisis un aumento de la economía sumergida, tras 15 años de descenso”.

Mientras tanto, lugares como Bélgica, Austria o Alemania mantienen porcentajes bajos de la economía sumergida. Ante este panorama, el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero ha decidido pasar la tijera en las partidas destinadas a la inspección de Hacienda, entre cuyas tareas está la de detectar y erradicar el fraude.

Según consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados la pasada semana, la división antifraude del Ministerio de Economía recibirá el año próximo 2.372.530 euros, un 10,4% menos que en el ejericio en curso. Que la economía sumergida en España esté ya en niveles próximos al 20% del PIB significa que, en números, se mueven más de 20.000 millones de euros al año en negro o a escondidas de la Administración del Estado. Desde el inicio de la crisis, y según los datos de Schneider, el fraude se ha incrementado en España en un 16%, y se aproxima ya a los niveles de desfalco de Italia o Grecia.

A modo de ejemplo, el peso cuantitativo de la economía sumergida en España es igual al del recorte de inversiones que decretó el Gobierno en mayo, tanto con la reducción salarial de los empleados públicos, la congelación de las pensiones y posteriores recortes asumidos por el Ministerio de Fomento. Los inspectores de Hacienda (Gestha) siempre han incidido en que el Estado debe iniciar una guerra contra el fraude económico, sin mucho éxito.



MÁS FRAUDE CON LA CRISIS

“Los individuos de un país, para compensar la pérdida de ingresos o la pérdida de empleo, podrían aumentar su participación en la economía informal”, señala el estudio de Vázquez y Anghel. Durante los años de bonanza económica, la tasa de economía sumergida en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se contrajo de manera generalizada. Pero la crisis ha vuelto a despertarla.

“En el caso de España, se observa un hecho interesante”, dice el informe. “El aumento de la economía informal en los años 1994 y 1995 (alrededor de un 22% del PIB) se correspondió a un incremento de la tasa de paro y una desaceleración de la tasa de crecimiento”. A partir de 1997, el porcentaje de la economía sumergida en el PIB comenzó una trayectoria descendente, que corresponde también a un periodo de boom económico: la tasa de paro disminuyó de manera significativa y la tasa de crecimiento del PIB se mantuvo en un nivel constante cercano al 4%. A estas alturas, y como incide el estudio, es preciso recordar que la tasa de paro en España no bajará del 19% en más de dos años, por lo que los expertos auguran que el fraude tendrá terreno suficiente para seguir expandiéndose.