Diario Los Andes - La espiral inflacionaria carcome los ingresos de los trabajadores
La combinación letal del escaso efecto derrame y la inflación creciente pone a los ingresos de los trabajadores contra las cuerdas. Así, parecen condenados a repetir el mito de Sísifo: arrastrar una pesada piedra colina arriba, para volver a caer apenas llegan a la cima.
Las consultoras privadas estiman que, en 2008, los ingresos reales volvieron a alcanzar el nivel que tenían antes de la devaluación post convertibilidad. A partir de ese año, con el salto de la inflación, el poder adquisitivo se estancó.
Y tras un leve respiro en 2009, cuando la suba de precios se desaceleró, en 2010 la espiral inflacionaria promete llevarse puesta cualquier mejora probable en los ingresos.
Desde la consultora Idesa, el economista Jorge Colina se refiere a los primeros años de este siglo como "la década perdida" en materia de poder adquisitivo. "La década que acaba de terminar tuvo un crecimiento importante del empleo formal, pero con bajos salarios reales. El 2009 aparece como un punto de quiebre, ya que el empleo se estancó y el salario real -para los trabajadores registrados- recuperó el nivel previo a la crisis de 2002".
En los años de la recuperación económica, el producto bruto del país y los ingresos de la población se movieron a velocidades distintas. Los datos oficiales marcan que, entre 2002 -año en el que el PBI se había desbarrancado 16%- y 2008, la economía creció 59%.
Y llegó a expandirse 31% respecto del anterior pico de producción, que se había registrado en 1998. Es decir, que, en estos años, el producto bruto no sólo recuperó lo que había perdido con la crisis, sino que se ubicó varios escalones por encima del punto anterior de expansión. Con los salarios eso no pasó. Afrontaron una pérdida cercana al 40% con la devaluación, y desde entonces tuvieron un "veranito" entre 2003 y 2006.
Para establecer la evolución del poder adquisitivo, hay que tener en cuenta el incremento de los sueldos y el derrotero de la inflación. Debido a la manipulación de las estadísticas por parte del Indec, las consultoras presentan una misma tendencia sobre la evolución de los salarios reales, aunque difieren en los números concretos.
En la hipótesis más benévola, la estimada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), el conjunto de los trabajadores tenía en el segundo trimestre de 2009 un salario real promedio 3% por encima del nivel de 2001.
Victoria Giarrizo, del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), sostiene que "la recuperación del poder adquisitivo del salario se dio entre 2003 y 2006. En 2007, a pesar de que la economía seguía creciendo fuerte, la inflación detuvo este proceso".
En 2008, las alzas de precios se comieron parte de los ingresos, pero en 2009 "hubo un leve aumento en el poder adquisitivo del salario real, permitido por la desaceleración de la suba", amplía Giarrizo.
Y destaca que, aun así, "el menor poder adquisitivo se sintió en el ingreso familiar, porque se redujo el empleo y esto quitó recursos de los hogares. Además, la recesión impactó sobre el sector de la población no asalariado, donde se ubica uno de cada cuatro trabajadores ocupados".
Con una inflación real de 18% en 2008 y de 15% en 2009, en esos años "la población comenzó a reducir su canasta de consumo. En 2008, lo hizo básicamente por precaución frente a la crisis del campo y a la crisis financiera. En 2009, lo hizo obligada por las restricciones de ingresos", continúa Giarrizo.
Ernesto Kritz, de SEL Consultores, detalla que, tras la crisis de 2001 "el poder adquisitivo se recuperó muy especialmente entre los asalariados que están comprendidos en las negociaciones de convenio encabezadas por los sindicatos. Ese sector -al que a grandes rasgos podemos decir que sólo pertenece un tercio de los trabajadores- fue el que ganó ingresos en términos reales.
Hasta ahora no han perdido, a pesar de la suba de precios. Y los que menos se han beneficiado son los que trabajan en blanco pero están por fuera de los convenios, y los informales, que siguen estando rezagados. En los de menores ingresos, la situación se ha complicado".
"Si la inflación se acelera este año, los que están fuera de convenio probablemente pierdan ingreso real", insiste Kritz. De este modo, "los últimos datos de distribución del ingreso muestran que se amplió la brecha entre los que están en convenio y los que están más abajo. Esto muestra claramente que la clave está en el poder de negociación".
Si bien la pérdida de ingresos en general hasta ahora no ha sido tan profunda, la percepción social es que la inflación deja vacíos los bolsillos. Para Giarrizo, esto se debe a que "en 2007, por diferentes motivos hubo sobreconsumo. La posibilidad de pagar en cuotas, por ejemplo, permitió que las familias ampliaran su canasta de consumo. En contrapartida, las restricciones de ingresos del año pasado se percibieron más de lo que marcó la coyuntura económica".
Con diagnósticos similares, los especialistas promueven distintas recetas para evitar que el poder adquisitivo se siga despeñando. Para Colina, en términos de recuperación del salario real, la devaluación "fue un recurso simple, pero poco efectivo".
Según Idesa, "es probable que en 2010 se recupere el nivel de actividad, pero esto no garantiza que el empleo formal vuelva a crecer como lo hizo en la década pasada, debido a que los costos laborales son mucho más altos".
Y recomienda que "en lugar de repetir la frustrante experiencia de reducir salarios reales para generar empleos, el camino alternativo sería hacer que el salario dependa de la productividad y no de los aumentos nominales. Bajo condiciones de inflación espiralizada, las negociaciones salariales con incrementos del orden de 20% no van a llegar a compensar los aumentos de precios".
Desde la otra vereda, Cenda sostiene que "para que la recuperación gradual del poder adquisitivo continúe, es necesario que los salarios nominales aumenten por encima de la inflación esperada".
Desde una postura intermedia, Ecolatina advierte que, en 2010, "el poder de negociación sindical se verá fortalecido respecto de 2009, pero no será el mismo que en los períodos pre-crisis, pues, a diferencia de esos años, la tasa de desempleo superó el dígito en el último año". CC Annabella Quiroga - Especial para Los Andes
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